Cap. 50 Informante

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Bárbara

Mi esposa es la mujer y con la única que he estado íntimamente, con la que aprendí muchas cosas y con la que sigo aprendiendo. Hoy no podía defraudarla, después que tuvo semejante idea para dejar al descubierto a las mentirosas de esa Sofía y de la periodista y si en el proceso podemos descubrir el rostro del hombre que tanto daño nos quiere hacer.

Mi esposa es lo más hermoso que tengo en la vida, mi hija y lo que hemos consolidado juntas, por eso mientras estábamos reunidos, hice algunas llamadas, como no agradecerle a Esme que siempre me ayuda en mis locuras, me ayudo a darle esta sorpresa a mi esposa, a mi rubia, a la única dueña de mi corazón.

Bárbara: ¿Qué te parece?

Macarena: Me encanta, me encanta.

Bárbara: Hoy serás mía toda la noche.

Macarena: Toda tuya mi amor

Fui desvistiendo a mi esposa, con mucha delicadeza, le quite la ropa, la abrace, la arrope, con mis brazos y así entre besos largos, húmedos por todo su cuerpo, nos quedamos completamente desnudas, nos metimos en la bañera, llena de pétalos de rosas, y abrazadas, sentadas yo me senté y ella de espaldas a mí, besando su cuello, coloqué su cabellos a un lado, y eche una de las esencias en su espalda y comencé a frotar su espalda, sus brazos, beso sus hombros y sus pecas, ese lunar que tiene en su espalda. Vuelvo a su cuello y muerdo el lóbulo, ella gime un poco, voy pasando poco a poco mis manos por su abdomen, ella pasa sus manos por mis piernas y voy frotando su abdomen, sus pechos al mismo tiempo, luego mis dedos recorrieron, por su centro, ella se encorvo paso su mano a mi cabeza y se inclinó en mi dándome mejor acceso para entrar en ella, la embestí y sentí su centro mientras yo aumentaba mis movimientos ella me apretaba desde sus adentros, ella es mía y yo soy suya. Luego de varias embestidas en la bañera pasamos a la habitación, donde tenía un regalo sorpresa para mi Maca, saqué del velador una venda para cubrir los ojos de Maca, ella agrando su sonrisa al ver la venda, le coloque la venda, y cubrí sus ojos, saque una venda para las manos y la ate a la cama, luego, saque un envase con chocolate derretido, otro con una crema chantilly y unas fresas, y empecé a adornar el cuerpo de mi esposa, ella tiene un hermoso cuerpo, ella es arte, sus piernas, su abdomen, sus pechos y su centro que es mi delicia, le eche el chocolate derretido por todo el centro de su cuerpo desde su cuello hasta sus piernas y empecé a lamer desde sus dedos subiendo y succionando cada parte de su cuerpo, sus muslos, sentía que ella se estremecía, y solo hacía era gemir y mencionar mi nombre, sus muslos son hermosos y deliciosos, mi esposa es rica, divina, la encuentro exquisita, voy subiendo por su abdomen, y me detengo en el centro de su abdomen, besando y chupando un lunar que tiene allí es hermoso, ella solo me menciona, "Amor, estas matándome, ahhhh, si Barbie, tómame" continúo por el centro de sus pechos pero para ellos tengo algo especial, luego subo por su cuello, quitando el resto del chocolate, pasando mis labios repletos de chocolate, por su barbilla y metiendo mi lengua en su boca ella la succiona y la lame hasta donde la dejo, la hago sufrir un poco, ahora tomo la crema chantilly, y echo en su pecho en cada uno y hago un camino hasta llegar a su centro, luego coloco una fresa en cada pecho y me reservo una más, atrapo toda la crema en cada uno de sus pechos comiendo una a una las fresas y dando a comer a mi esposa quien está perdida en cada sensación sin poder ver sin poder tocar, en cada mordida dejo un beso largo en sus labios, y voy bajando al siguiente pecho haciendo el mismo proceso de quitar con mi boca la fresa y cada rastro de la crema y regresando para sus labio y ella pruebe de ese sabor dulce de la crema mezclado con el sabor de su cuerpo y mis labios, yo estoy demasiado húmeda al probar a mi mujer, quito ahora la crema que está en todo el medio de su cuerpo hasta llegar a la entrada de su centro y abro sus piernas y tomo la fresa con mi boca y voy pasando la fresa con movimientos circulares por todo su centro y veo bailar su cuerpo a cada toque ella ya no se resiste y exige que entre voy profundizando con mi fresa, mientras ella esta absorta, yo continuo con mi tarea, me como la fresa y termino mi tarea con mi lengua ella está al límite así que le quito sus vendas, la de las manos y la de los ojos y uno mi centro al de ella y así se venga junto a mí, y deje el néctar que entre los sabores que le coloque es mi favorito.

No puedo estar sin ti! 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora