Chapter Fourteen

2.4K 238 62
                                    

Capítulo anterior; Jane regresa a su cuerpo. Jane y Klaus se reconcilian. Elijah sabe de la relación de Klaus y Jane

Okey, bye
Ahora a leer

CAPÍTULO CATORCE
❝ PAZ EN LA TORMENTA ❞

CAPÍTULO CATORCE ❝ PAZ EN LA TORMENTA ❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


JANE

Puedo decir que por fin volví a ser feliz.

Por primera vez en mucho tiempo, puedo decir que el mundo tuvo piedad y se detuvo a mirarme para darme ese momento feliz y lleno de paz que necesitaba.

Lo mejor es que lo hizo de la mejor manera posible, pues desde hace semanas lo único que había querido era regresar a mi cuerpo y ahora que lo estaba, y podía volver a sentir a mi hijo podía vivir con esa tranquilidad que me decía que ahora estaba cuidado y protegiendo a mi hijo con cada fibra de mi y no había sentimiento más bonito que ese.

Y sabía que no era la única que ya respiraba con tranquilidad, y aunque Elijah seguía un poco inestable por lo de Esther, estaba dando lo mejor de él para mejorar y disfrutar el embarazo conmigo.

¿Como lo sabía? Por los pequeños detalles que me mostraba.

—¿A donde me llevas? Has estado actuando extraño estos últimos días, ¿debería preocuparme?—Dije caminando con inseguridad mientras mis ojos estaban vendados y Elijah me guiaba con mi brazo entrelazado, o más bien aferrado hasta con uñas, al suyo.

—No, pero si sigues caminando con esos pasos de pato, jamás lo sabrás.

Chasquee mi lengua y sentí como mis pies empezaban a ir por un camino rocoso y pude sentir el olor a pino y tierra mojada que me hizo fruncí mi ceño.

—¿Acaso escucho el rio? No, olvídalo. No me subirás al maldito ferry, Elijah Mikaelson.

Desde que me mude a Nueva Orleans, Elijah me ha insistido más de una vez que deberíamos de tener un viaje en ferry para que pudiera conocer mejor la ciudad. Pero yo siempre terminaba negando pues con una mala experiencia en Francia era suficiente para saber que jamás me subiria a uno y menos embrazada de mi hijo.

—¿Por que te subiría al ferry estando embarazada? En ese estado, un viaje tranquilo es lo último que tendría.—Se burló y yo bufé.—No dudes tanto y solo confía, ya casi llegamos.

Me quejé en berrinche, y no tuve más opción que seguirlo. Caminamos unos minutos más, subimos un par de escaleras y luego escuché como abrían una puerta de metal. No pregunte y simplemente seguí caminando. Un suspiro aliviado salió de mis labios cuando por fin mis pies pudieron estar en tierra firme y no en un camino lleno de piedras

WAR OF HEARTS, klaus mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora