Capítulo 13

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Pasaron seis meses desde aquel lamentable suceso, para sorpresa de todos, Ashley cambió mucho desde ese momento, abandonó el grupo de jóvenes, ya no iba los domingos a la iglesia, no oraba, ni escuchaba música cristiana, rechazaba toda palabra que hablara de Dios, acostumbraba a visitar la tumba de Thomas una vez cada mes, hasta dejó de cuidar el jardín de su casa, su dolor y soledad eran tan grandes, que solo vestía de negro, y no salía de su habitación después de que llegaba del trabajo.

Sus padres, hermanos y amigos trataron de hacerla entrar en razón, pero ella afirmaba que cuando Thomas murió, una parte de ella también lo hizo, también dijo firmemente que nunca más volvería a orarle a Dios, ya que, según ella, cuando estaban en el hospital Él ni tan siquiera la escuchó, dejando morir a Thomas.

Ashley tomó todas las cosas que Thomas le había regalado, incluso las fotos que ellos tenían juntos, y las guardó en una caja, en lo más profundo de su armario, incluido aquel libro que nunca tuvo el chance de leer, y que ahora ni le interesaba.

Una mañana, la joven estaba en su oficina, revisó su agenda y vio que hoy llegaba el nuevo socio, Sophia le avisó que ya él había llegado a la empresa, Ashley se volvió muy cortante con todos, por lo que simplemente le respondió un "déjalo pasar".

El muchacho entró a la oficina junto con Sophia, pero ella se retiró inmediatamente, era un hombre alto, moreno, de ojos verdes, cabello negro y vestía un traje entero.

—Y bien, ¿Qué es lo que quieres?— Preguntó Ashley duramente.

—Permítame presentarme, señorita Spencer, mi nombre es Michael Williams, mi padre es George Williams, gran amigo de su padre, pero hace muchos años se fue a vivir lejos y perdieron contacto, llegué hasta ahora porque estuve en un viaje de negocios, pero él me envió para ser parte de esta empresa, quiere que yo sea socio en la empresa de su gran amigo— Explicó el joven con una sonrisa

—Ya veo, bien, si quieres estar aquí, debes ser productivo, no me gustan los socios que no aportan nada, empezarás desde hoy, y cuídate mucho, porque yo no acepto errores—

—¿De verdad?, Oh, muchas gracias Señorita Spencer, no le fallaré, daré lo mejor de mí mismo, ¡Que Dios la bendiga grandemente!— Dijo emocionado

Ashley sintió enojo al escuchar la última frase, por lo que, molesta, se levantó de su silla golpeando fuertemente el escritorio.

—Primera y última vez que lo mencionas, no quiero volver a escuchar nada sobre Él, ¿Me entendiste?

Michael sintió temor, ¿Por qué ella reaccionó así si venía de una familia cristiana?, el joven asintió y respondió titubeando.

—Sí, Se...Señorita Spencer, discúlpeme por... por favor, no era mi intención—

—Perfecto, que no vuelva a suceder, ya te puedes retirar— Decía mientras volvía a sentarse

Michael salió muy extrañado de la oficina de Ashley, su padre siempre le decía que la familia de su amigo Charles es cristiana, él solo le dijo que Dios la bendijera, eso no significa nada malo, "¿Porqué esa chica se había enojado así con Dios?", se preguntaba para sí mismo.

Sophia lo llevó hasta su nueva oficina, el moreno se instaló en ese lugar, era un piso más abajo que la de Ashley, pero la vista seguía siendo increíble. Estando ahí, se dispuso a decorar, sacó de su maleta unos versículos que su padre le había escrito en unos post-it, y los puso en la pared, tenía un retrato de su madre, Jennie Williams, quien murió hace tres años, le dio un beso a la fotografía y la puso en su escritorio como un bello recuerdo que vería todos los días.

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Ese mismo día, Michael comenzó a conocer a los otros colaboradores, recordó lo que su madre siempre le decía, "No importa quién seas, ni el trabajo que tengas, siempre debes ser amable con todos". El joven conoció a la señora Lilian, la recepcionista, ella le trató muy amablemente y le llenó de bendiciones en su nuevo trabajo, pero, también le dio una importante advertencia.

—Estoy encantada de conocerte, jovencito, veo que eres un buen hombre, que Dios te continúe bendiciendo— Dijo con una sonrisa.

—Muchas gracias, Señora Lilian, también estoy encantado de conocerla—

—Por cierto... Joven Michael, me gustaría decirte algo, pero por favor, no le vayas a mencionar nada a nadie, mucho menos a ella—

—Está bien, puedes contar conmigo— Contestó con un poco de asombro.

—Por favor, no vayas a mencionar a Dios frente a la Señorita Spencer, una vez regañó muy feo a uno de los nuestros porque le dijo que Dios la acompañara, ella estalló en furia y hasta lo despidió... Nosotros somos muy cautelosos con eso, ella antes era creyente, pero, después de un trágico suceso, cambió de opinión— Explicó.

Michael recordó cuando en la mañana se presentó con Ashley y ella se enojó cuando le mencionó a Dios. Así que, un trágico suceso, el joven tenía mucha curiosidad por saber ese detalle.

—Wow, Señora Lilian, eso no lo sabía, de hecho, ya me gritó en la mañana porque le dije que Dios la bendijera, pero... ¿Qué fue lo que pasó exactamente? ¿Por qué la Señorita Ashley dejó a un lado su fe en Dios?—

Lilian sabía perfectamente la respuesta, pero sabía que no podía arriesgarse a perder su puesto solo para decirle la verdad a Michael.

—Lo siento, no puedo decirte eso, tal vez, ella después te lo cuente, pero yo no puedo hacerlo, te pido que nunca le digas que yo te conté sobre esto— Contestó con tristeza

Michael sólo guardó silencio y asintió levemente con la cabeza, se despidió de Lilian y se fue de vuelta a su oficina.

Aún seguía dándole vueltas a ese asunto, él veía que Ashley aún tenía un poco de ternura en el fondo, no sentía que fuera mala, al contrario, sentía que había una persona tan cálida como el Sol detrás de esa faceta oscura.

El joven se acercó a su escritorio y tomó el retrato de su madre mientras sonreía, aquella mujer morena de cabello negro y ojos verdes, esos hermosos ojos que se habían apagado hace tres años debido a la Leucemia que ella padecía, él siempre trataba de dar lo mejor de sí mismo para honrar a Dios y el recuerdo de su bella madre.

—Pero, ¿En qué estoy pensando?, Ashley solamente es la CEO de la empresa, no puedo fijarme en ella, debo admitir que sentí una corazonada cuando entré a esa oficina y la vi, quizás.. Solo fue mi impresión de ver a alguien tan joven como yo dirigiendo sola una organización, trataré de no volverla a hacer enojar— Dijo mientras seguía mirando la fotografía.

Michael escuchó la notificación de un correo que había llegado a su computadora, era de Ashley, procedió a abrirlo y leerlo.

"Ya sé que no has empezado con tu trabajo, deja de holgazanear y empieza a trabajar" —Ashley Spencer, CEO

Michael sonrió cómicamente ante ese mensaje, seguramente Sophia le avisó a ella que él andaba presentándose con los otros colaboradores, sería mejor que comenzara a trabajar en ese mismo instante para evitar otro correo así, e incluso, un despido.

Mira Hacia Arriba, Hija (Novela Cristiana)Where stories live. Discover now