Capítulo 5.

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Valentina

"RECHAZADA", esa era la palabra que no dejaba mi mente, Juliana me había rechazado y podía entender por qué razón.

—Entonces... ¿Quieres intentarlo conmigo Juliana Valdés?

"Lo siento Valentina, pero no puedo"

Y después de decir esto, la pequeña salió corriendo del establecimiento, dejando a la ojiazul con la palabra en la boca y la mente dando vueltas.

¡Joder!

💫

—¡¿Te rechazó?! ¡La gran Valentina Carvajal ha sido rechazada por la madre de su hijo! —la risa de su hermana resonaba por todos lados, causando un eco estridente en su cerebro.

—Bueno, en realidad no tengo idea hermanita, es decir, a mi parecer lo has hecho todo correctamente —un gruñido salió de la garganta de la rubia —pero debemos tomar en cuenta que no es una muchacha cualquiera, además está embarazada, los cambios son bastante diferentes en todas las personas, pero volviendo al tema, solo tengo una pregunta para ti —la esbelta mujer se puso de pie caminando de lado a lado bajo la vista de la menor.

—¿Qué es?

—¿Planeas rendirte? —la mirada de ella se dirigió hacia su hermana desparramada en el sofá. La ojiazul se enderezó rápidamente con la mirada fija en ella.

—Primero muerta, antes que rendida.

—Así se habla Vale —sonrió de lado con la taza de café en las manos.

💫

Los intentos para acercarse a la pequeña embarazada, no eran sencillos así que su mente ideo una manera diferente de poder intentar algo Juliana.

"Acercamiento a la lejanía" el cual consistía bajo los argumentos de la rubia, en detalles, pequeños y significativos detalles para la pelinegra, como pequeñas notas pegadas en su casillero o libros, pequeños presentes como chocolates o dulces, letras de canciones en hojas de papel, plumas de caricaturas, gomas de borrar con caras de osito, dulces y más cosas que hacían a la pequeña sonreír, mientras la más alta la veía a distancia desde una columna del establecimiento.

No se había acercado a Juliana en un tiempo, y le era muy difícil poder hacer las cosas bien, la vez que habían hablado, tal vez fue demasiado directa, pero a pesar de toda la facha de "jugadora" que la ojiazul se cargaba, era bastante complicado para ella poder lograr grandes avances con la morena.

Su hermana le había dicho que había sido una buena chica al no negar la maternidad de su hijo, cualquier otra persona lo habría hecho y se habría escudado en decir que ese niño no era suyo, pero la rubia nunca tuvo un pensamiento ni siquiera cercano a eso, era verdad que se sentía sorprendida y un poco ida hasta incluso pensó en no tomar su responsabilidad, pero luego se dio cuenta que eso no era justo, Juliana no lo merecía, su bebé no lo merecía y sus padres no hubieran querido eso, además su hermana no se lo permitiría. Había tenido mucho tiempo para observar con detenimiento a su pequeña rizada de vientre abultado, era algo perturbador para los ojos de las personas que pasaban por el lado de la más alta oculta en algún lugar, mirando con detenimiento como la pelinegra tomaba sus libros en sus brazos y colgaba su bonito bolso de colores pastel en su delgado hombro.

Desde que Valentina había notado los problemas de salud de Juliana, había estado dejando dinero en la mayoría de sus presentes, con una nota color rosa atada a un lado la cual decía cosas como "Te dejo dinero para el almuerzo" "Aliméntate bien Juls" cortesía de su hermana, la cual había desarrollado un cariño bastante grande hacía su pequeña "cuñada".

Muda |JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora