❝ Cinco ❞

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6 de Febrero de 2023

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6 de Febrero de 2023

Una comida corriente fue la que tuvimos, un que interrumpió mi sueño aquella noche, aún cuando fue por el día, pero ni siquiera en ese período de tiempo pude asimilar mis semejanzas con Park, su sonrisa, sus cabellos blancos que le hacían verse aún más bello, sus colmillos...
Tanto así que por la noche tuve que transportarme al cuarto de Jungwon para poder dormir con algo de apoyo. Y aunque no fuera algo necesario para un vampiro, el dormir me ayudaría a no pensar en nada.

Ahora era por la mañana, y recibí varios mensajes de Heeseung que me hicieron despertarme de mal humor por el impertinente sonido constante de las notificaciones. Los respondía en la mesa del desayuno en la cafetería del edificio mientras Jeonghan hablaba con Riki sobre su misión con Jungwon. En esta ocasión Jay también estaba con nosotros, y prestaba más atención a mí que a lo que el resto decían.

-Ese hermano tuyo parece muy pesado -dijo, riéndose por mi cara de desconcierto mientras leía cada mensaje en el que Heeseung me contaba su "ajetreada" vida como hijo de un par de vampiros millonarios.
-Casi tanto como tú -respondí sin apartar la vista de la pantalla.

Entonces me llegó un mensaje que, como otros tantos, me desconcertó. Pero en un sentido diferente y peor, francamente.

Me levanté de la silla de inmediato.
-Iré a mi cuarto un momento, tengo que llamar a Heeseung -avisé, sobre todo para Jeonghan, quien asintió imaginándose que sería algo importante sobre nuestra tarea en conjunto.

El mensaje que me había mandado el pelinegro fue desconcertante y preocupante por varias razones sencillas.

He recibido varios mensajes de Myeong. ¡Quiere que quedemos! Es increíble cómo con un par de sonrisas me he hecho con ella. Su familia estará acabada en un par de meses si hacemos bien nuestro trabajo.

Me teletransporté a mi cuarto donde, tras aparecer dejando una humareda negra en el aire, tecleé su número y lo llamé de inmediato.

Escuché tan solo dos tonos antes de que cogiera el teléfono con visible emoción en la voz.
-¡Saehyeon! ¿Has leído mi mensaje? -preguntó.
-¿Por qué te crees que te estoy llamando? -di un suspiro-. Dime, por favor, que no le has dado tu número privado. Espero que hayas tenido en cuenta las posibles consecuencias de eso y tengas uno para el trabajo, bajo el que no haya ningún dato tuyo. -recalqué el "ningún" con énfasis en el tono.
-¿Te crees que soy tonto? ¡Pues claro que lo tengo, y es el que le di!

Sentí cómo la mayoría de presión en mi pecho se iba disipando.
No podía evitar desconfiar de Heeseung, alguien que era mucho menos profesional en ese ámbito, cuando con eso estaba toda su información en juego, que ahora estaba enlazada con la mía.

-Vale...
-Estás muy alterada -dio como observación-. ¿A qué se debe?
-El estrés del trabajo -me excusé. No pensaba decirle la verdad, cuando ni siquiera yo podía comprenderla. No pensaba objetar "me siento incómoda teniendo que asesinar a Park"-. Por cierto, ¿cómo es que conseguiste su número tan deprisa?
-Antes de que nos fuéramos la acompañé a su cuarto para que me lo diera. Se lo pedí en medio de la comida, pero no lo recordaba. Mis padres y el señor Park estaban tan inmersos en sus conversaciones de negocios que pasaron todo por alto, y tú y Sunghoon parecíais cada uno en vuestro propio mundo.

𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐌𝐄𝐋𝐎𝐃𝐘 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now