Cap: 5 | 𝐒𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐥𝐞𝐣𝐚𝐧𝐚𝐬

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PRÍNCIPE MICHAEL

Las caras de mi madre y de Amber no eran las más felices ni las más entusiastas, podía entenderlo puesto que yo tampoco conocía exactamente mis siguientes movimientos en cuanto a la mujer que dejé encerrada en una habitación de huéspedes.

—No sabes quién es, tal vez incluso te has confundido, no puedes traer a cualquier plebeya de la calle hasta aquí— en mi novia  surgía el espíritu molesto de una rubia malhumorada, a quién por supuesto mi madre tenía de lado.

—Tranquila Amber— mamá le toca el hombro y después se dirige a mi— Pero estoy de acuerdo con ella, Michael. Ese frasco lo pudo haber usado cualquier otra persona, y es injusto que mantengas a esa joven prisionera.

Respiré ofusco de la abrumacion que yacía en potencia entre mi cabeza. Es de noche, todas las noticias, programas de televisión, periódicos y líneas de internet de Inglaterra se encontraban en escándalo puro porque mañana era mi coronación como rey de Aleric.

Claro está que debería sentirme honrado, pleno y orgulloso de comenzar a dirigir una ciudad tan importante del Reino Unido, sin embargo, me lo impedía el hecho de que una mujer completa y exquisitamente desconocida podría estar embarazada de algo que por supuesto no quiero.

Adelantarme a idear las cosas era agotador, imaginar que me convertiré en papá es una oración que mi boca no quiere exclamar en voz alta. Porque los niños son sucios, ruidosos, mal portados y lloran todo el tiempo.

¿Qué se supone que haré si aquella mujer se hacía una prueba de embarazo y resultaba positiva?, me volvería loco, obviamente no de felicidad.

—Pierson la investigó, mamá, está seguro de que ella usó mi frasco— suspiré sentándome en el sillón frente a ambas damas— No se que tan probable es que funcione el tratamiento que se realizó.

Siento perpretadores los ojos de Amber sobre mi, lo que me conduce a mirarla desde mi asiento, está desanimada y en su semblante nace un aura oscura que no puedo descifrar, un aura no digno ni distintivo de ella.

Entonces se pone de pie marchándose de la estancia sin decir más. Mamá niega con la cabeza como si me tirara en cara que lo que está pasando es mi culpa o la responsabilidad era mía. En lo cual difiero rotundamente.

—No me veas de esa manera— le hablo estresado— No es mi culpa, mamá.

—Lo se— alisa su vestido elegante y también se pone de pie, firme como un roble— Pero estás haciendo sentir mal a Amber, a tú novia, y eso es peor que tener o no la culpa, así que te sugiero que resuelvas lo antes posible esta situación porque mañana ya no serás solo un príncipe, sino el rey de Aleric, y no puedes tener un hijo con alguien que no es tu pareja, es mal visto e incorrecto, Michael.

Se da media vuelta alejándose, probablamente acudiendo a consolar a Amber, sin siquiera dejarme decir algo más.

Desde la mañana no puedo pensar en nada más que no sea Briana Lynn y su abrupta manera de arruinar mi vida cercana a reinar la ciudad. Allá afuera los servidores reales planeaban, organizaban y preparaban todo para mi coronación, se suponía que mañana se trataba de mi, desafortunadamente no me siento en completo orden.

No hasta que le de una solución al embrollo inesperado que me aflije ahora.

Dos horas después el diseñador le hacía los últimos ajustes a mi traje para el magnánimo evento, mis brazos los tenía extendidos a los lados cociendo a aguja e hilo ciertos detalles donde le he manifestado observaciones.

Para mi suerte, Amber ingresa a mi habitación donde estaba siendo atendido, lo cual me dejó un espacio donde pudiera hablar con ella después de que sin pedirlo el diseñador saliera de aquí en busca de unos alfileres.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora