Cap: 27 | 𝐔𝐧 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨

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BRIANA

El sol entraba arduamente por la enorme puerta que llevaba al balcón de mi habitación, pero los rayos no eran incómodos, de hecho, eran vibrantes, destilaban energía, y paz.

Yo estaba acostada sobre su brazo, mientras el otro lo mantenía sobre su cabeza, mis chistes le hacían reír así que acariciaba mi hombro en un lindo gesto. Mi cuerpo descansaba junto al suyo al tiempo que hablábamos de cualquier estupidez, literalmente eso hacíamos desde que despertamos, y era terapéutico en cierta forma.

La sábana le cubría a él hasta el abdomen y a mi hasta por encima de mis pechos, por lo que cada que reíamos tratábamos de no mover mucho la tela, aunque siendo francos, ya no hay nada del otro que no hayamos visto anoche. Seguía sin creerlo.

—De acuerdo, entonces ¿qué es la confianza para ti?— me preguntó continuando la conversación.

—Fácil, es permitirle a alguien que tenga la posibilidad de lastimarte— respondí.

—¿Y por qué le permitirías eso a alguien?

—Porque estarías completamente seguro de que no lo haría— terminé mi contestación.

Michael hizo un sonido pensando, ambos mirábamos el techo acostados.

—¿Y quién sería alguien al que le tendrías confianza?, la suficiente como para dejar que te lastimara— me hizo otra pregunta.

Esta vez, no dudé un segundo en decir:

—Tú.

Suspiró aguantando una risa ligera, después apretó mi hombro.

—¿Por qué yo?, nunca creí que sería digno de su confianza, señorita Lynn— jugó con sus palabras, lo que me pareció divertido.

—Bueno, eres el padre de mi bebé, ya he comenzado a asimilar esa información, además, conviviremos el resto de nuestras vidas gracias a que nos unirá un hijo, debo tenerte confianza.

—Si, lo sé, ¿pero por qué piensas que no podría hacerte daño?— inquirió de pronto.

Hice una mueca tratando de convencerme a mi misma de lo siguiente.

—Supongo que no eres el monstruo que pensé que eras— confesé— Además, tuvimos sexo y no hay nada más personal que eso, nada más íntimo ni nada más que deba involucrar confianza. Te he entregado algo muy valioso, mi cuerpo, y... hacía mucho tiempo no sucedía. Con nadie.

Michael carraspeó su garganta y se acomodó en el colchón, me giré hacia él para alzar la cabeza y verle por fin, me miró también con aquellos ojos que anoche me hicieron sentir tan apreciada.

Espero no haberme equivocado al haberme involucrado con él, esta vez, en todos los sentidos.

—Yo no soy un monstruo, Briana— murmuró, me abrazó y con una mano acarició mi cabello— Lamento si fue la primera imagen que obtuviste de mi, pero estaba aterrado, aún lo estoy, un hijo no era lo que esperaba, no era algo que deseaba o mucho menos veía venir. He asimilado que estarás presente en mi vida por siempre, pero eso no es lo que me molesta, si no como sucedieron las cosas.

Fruncí el ceño levemente al escucharlo.

—¿De qué hablas?

Sonrió de lado.

—¿Acaso no lo has notado?, cuando no estamos discutiendo creo que nos llevamos muy bien, la máxima prueba es lo que sucedió anoche, me gustaría pensar que en otra vida nos conocimos de una forma diferente, tal vez hasta tuvimos alguna relación, y entonces sucedió el embarazo, no que de la nada mi frasco se perdió del palacio y te mandé a traer hasta aquí. Sin embargo, me agrada que ahora estés en este lugar, donde pueda verte todos los días.

BEBÉ REAL | Michael Jackson [Book 1]Where stories live. Discover now