Profesor deséame despacio

Capítulo 4

El juego acaba de empezar.

Estaba consciente de que esto era una completa locura, pero Adam me gustaba mucho. Este último tiempo en el que hablamos hizo que sintiera muchas cosas que nunca había experimentado, y aunque quería más, soñaba despierta con situaciones en donde podíamos hablar frente a frente, mirándolo a los ojos, o poder compartir algo tan simple como libros, un café , un abrazo...en fin, quería que me conociera, gustarle yo y no simplemente la foto de mi hermana mayor, porque debemos ser realistas y parar a pensar que él a la hora de hablar conmigo tenía la imagen de mi hermana, una hermosa chica muy distinta a mí, las ideas y voz eran mías, pero todo lo demás, que a la hora de hablar con una persona lo idealizamos, era ella.

y

-Tierra llamando a Ashley-susurró Kris en mi oído, alejándome de mis pensamientos dramáticos y miserables,la clase comenzó hace quince minutos y tú estás mirando un punto fijo.

Pestañeé varias veces, tenía razón. Adam estaba escribiendo en la pizarra, unos cuantos párrafos sobre Shakespeare.

-Lo siento, no he dormido nada anoche-le respondí, ella solamente me miró de reojo y bufó-¿Qué?

Me conocía mejor que cualquier persona en la faz de la tierra, ella sabía que algo estaba distinto, pero no podía contarle nada, Kris no iba a juzgarme, seguramente se emocionará y chillar como niña chiquita, pero una parte mía quería que esto fuera mi secreto, nuestro, de Adam y mío, era ridículo ya que él no estaba enterado de que la mujer con la que se mensajeaba en realidad era su alumna, la cual lo miraba y soñaba despierta todas sus clases.

-Te estuve hablando por media hora y no te enteraste nada de lo que dije, podrías mínimo fingir un poco de interés.

Se había enfadado, y mucho. Ella tenía toda la razón del mundo, pero no podía parar de pensar en él, en nuestras charlas, en lo que quería que sea real, pero siendo realista nunca iba a suceder.

-La clase ha terminado, pueden retirarse-Gritó Adam para que lo escuchen entre tanto bullicio, se lo veía feliz, distinto, y eso hizo que me cosquillee el estómago.

Dios era el hombre más hermoso de la tierra, dejando de lado a Harry Styles claramente, pero bueno, casi rozaba la misma perfección.

-Ashley...¿Podríamos hablar un minuto en privado?- Preguntó de repente Adam, haciendo que todo el oxígeno posible salga de mis pulmones, creo que iba a comenzar a hiperventilar en cualquier momento.

Que nervios, por Dios.