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-Que así no se hace- Chloe se quejó mientras intentábamos hacer los dos unas tazas

-Que la instructora me dijo que así era- continué con mi trabajo

Mis músculos dolían un poco por la pequeña fuerza que se debe hacer antes para que el barro no tenga burbujas de aire en su interior y luego para moldearlo.

Chloe hacía la taza para mi mientras yo hacia la de ella.

La profesora en un punto se paro detrás de mi.

-Así no se debe hacer- ella coloco sus manos sobres las mías mientras me ayudaba

-¿Qué quieres hacer?-

-Una taza-

No se porque, pero este momento solo me recordaba una escena de una película.

-Ya entendí- susurré, pero ella continuaba con sus manos sobre las mías.

-Oh disculpe señor Lombardo- se separo de mi

Chloe tenía una mirada que sabía que la estaba matando y deseando todo el mal.

-Odio estos momentos siempre- susurro y la mire un segundo

-No pasa nada- le sonreí

-Claro como no es a mi a la que le hicieron eso no te quejas- me reí negando

-Somos amigos recuerda pequeña- toque al punta de su nariz con barro

Al ver que no se rio sabía que estaba muy cabreada.

-No utilices los mismo apodos que utilizas con ella-

-Hablo de Elisa-

No pude ocultar mi sonrisa al notar sus celos una vez más.

Por mala suerte tuve que preguntarle a la profesora varios métodos para poder colocar el mango de la taza bien.

-Me gusto este detalle- la profesora señalo la base de la taza

-A ella le gusta las cosas sencillas y sin tanto detalle- aclare

-Sera un buen regalo señor Lombardo- asentí mientras colocaba mi pieza en un estante para que se secara.

-Con el calor del horno se ira secando así que posiblemente hoy en la noche se ira al horno directamente- asentí

-¿Algo mas que le desee hacer a su pieza?- negué satisfecho

-¿Cuándo es que podría pintarla?-

-Bueno se supone que mañana no tengamos talleres, pero si desea puede venir a una clase privada-

¿Coqueteo? Ni puta idea.

-No se preocupe vendré el próximo día de taller-

Fui a limpiarme mis manos y me encontré con Chloe.

-No vi tu taza-

Su mirada era de odio puro.

-Ni te la mereces- se fue dejándome ahí solo

-Pero que hice ahora- susurré mientras me seguía limpiando

-Las cosas en el paraíso no están bien- mire a mi lado que había una chica hermosa

-Pueden estar mejor- hice una mueca

Quería irme de ahí antes de ganarme más el odio de Chloe.

-Espera tienes barro ahí todavía- señalo mi muñeca

-Gracias- le sonreí

-Ellen- estiro su mano

-Víctor- tome su mano

Mi Diamante PreciosoWhere stories live. Discover now