𝟕

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ADVERTENCIA

CONTENIDO +18


El cuerpo le dolía como los mil demonios, intentaba mover sus dedos o sus piernas pero no podía, el no estar en su universo le estaba costando, aunque también se debía por los numerosos golpes que había recibido anteriormente, Skye se podía imaginar todos los moretones nuevos que adornarían su piel blanca. Sintió como una mano acariciaba su rostro, se sentía bien ese toque, por lo que no hizo ningún movimiento para impedirlo.

-Skye, despierta - no pudo identificar aquella voz masculina, se le hacia familiar a pesar de que se escuchaba lejana -

Lentamente abrió sus ojos, molestándose por los rayos de sol que se colaban en la habitación, supo que era de día, y que posiblemente se había quedado dormida toda la noche, un sentimiento de preocupación la invadió al pensar en Peter.

-Tranquila, Parker está bien - giro al ver quien le hablaba y se topo con Strange, que estaba sentado a su lado - ¿Te sientes mejor? - su mano seguía en su rostro, y no parecía tener alguna intención de quitarla-

-Me siento extremadamente cansada - habló pero su garganta le dolió, necesitaba agua, y como si Stephen leyera sus pensamientos le paso un vaso de cristal con agua, el cual gustosa bebió hasta el fondo - Gracias - le sonrío -

-En unas cuantas horas te sentirás mejor - el doctor le devolvió la sonrisa - Te di algo de medicamento para el dolor, fue realmente duro el golpe que te diste-

-Si, bueno, me toco ser la distracción - trato de sonreír, el dolor iba disminuyendo poco a poco -

-Tienes que aprender a dejar de ser la carnada, es la segunda vez que casi mueres -

-La tercera es la vencida ¿no? - Strange la miro con seriedad - Hey, es una broma, sonríe un poco - Skye llevo sus manos al rostro del hechicero y novio sus labios para aparentar una sonrisa, la pelirroja aun no era consiente de la cercanía en la que se encontraban -

-Tengo que admitirlo, aun con todos esos rasguños y moretones en tu rostro, me sigues pareciendo la chica más preciosa que he visto - las palabras del doctor lograron dejarla muda, a Stephen le gustaba ver sus mejillas sonrojadas, le gustaba causar efecto en ella, verla tan débilmente ante el.

-Stephen - susurró mientras se acercaba más a el - Bésame - sin esperar otra orden de su parte, el pelinegro junto sus labios con los de ella en un movimiento suave, sus labios parecían estar hechos el uno para el otro, como si fuera un rompecabezas.

El beso iba subiendo de tono, convirtiéndose de dulce en algo sensual, sus cuerpos exigían tener más contacto. Los labios de Skye se abrieron dandole acceso al hechicero de introducir su lengua, probando su boca con voracidad, sus suspiros se derritieron deliciosamente en su lengua.

Solo había hecho falta un beso entre ellos para que la pelirroja se entregara completamente a el. No tuvieron que intercambiar palabras, donde Strange guiaba su pequeño cuerpo, Skye le seguía, respondiendo de la misma manera sin intentar tomar el control que él buscaba.

Sus labios descendieron hasta su cuello, donde jaló una franja de su piel blanca sobre el punto del pulso entre sus dientes y chupó, larga y profundamente. Las delgadas manos de Skye volaron hacia su pelo negro como la noche, arrastrando las uñas contra su cuero cabelludo mientras su respiración se entrecortaba. Su mordida estaba en el umbral entre el placer y el dolor, seguro que mancharía su piel con la marca de su reclamo.

Stephen gimió, el leve escozor de que le tirara del pelo se precipitó directamente a su endurecido miembro. Soltó su piel, pasando su lengua por encima para calmar el dolor. Sus manos se posaron en su trasero y tiraron de sus caderas hacia su creciente erección, restregándola descaradamente en su estómago mientras arrastraba besos húmedos por su garganta, para llegar al otro lado de su cuello y plantar allí una marca gemela. Skye dirigió sus manos ahora a su pecho, la ropa les empezaba a estorbar, Strange cerró los ojos, deleitándose con la sensación de sus manos en su pecho.

PAUSADA TEMPORALMENTE---𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂 𝐍𝐔𝐌𝐁𝐄𝐑 || 𝗦𝗽𝗶𝗱𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻: 𝗡𝗼 𝘄𝗮𝘆 𝗵𝗼𝗺𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora