-ᴡʜᴇɴ ʏᴏᴜ ʟᴏᴏᴋ ᴀᴛ ᴍᴇ - Michael Afton X Lectora

-10

Después de un rato, los demás chicos se comenzaron a ir, hasta solo quedar nuevamente yo y Michael.

-Hay un parque cerca... ¿quieres ir? —preguntó Michael parándose de su cama.

Asentí con la cabeza y salimos de su casa, al llegar al parque él se sentó en un columpio,  yo hice lo mismo.
El parque estaba prácticamente solo, había un niño jugando en los toboganes, y un vagabundo durmiendo en una banca.

Ambos estábamos callados, siempre era algo incómodo cuando solo estábamos el y yo solos.

Hasta que él rompió el silencio.

-¿Que es lo más raro que te ha pasado?—Michael me miraba, mientras una de sus manos estaba en la cadena del columpio.

Suspiré cuando se me vino a la mente ese día.

-Cuando tenía 5 años me perdí en el un mall, mí padre y mi madre estaban  preocupados, yo por otra parte me acerqué a un señor que estaba pidiendo limosna, me senté junto a él y me cuidó durante unos 30 minutos, cuando mis padres aparecieron; Ellos le agradecieron al señor dándole un monto de dinero, ahora ese hombre es un empresario, le va demasiado bien, supongo... — respondí, mirándolo igualmente.

-... —Michael se quedó callado, mirándome con incredulidad.

-Que? Es demasiado bueno para ser verdad.

-sí, lo es...

-que hay de tí?

-Una vez robé un pan de una panadería, el señor me persiguió como 7 cuadras para hacerme pagar, me escondí en un callejón para comerme mi pan pero me dí cuenta de que se me había caído, un perro se lo estaba comiendo.

-Y por que no pagaste? Era más fácil. —comencé a balancearme un poco en el columpio.

-Porque era un estúpido.

-eras? — respondí, mirándolo con una sonrisa burlona.

Michael solo sonrió sarcásticamente por mi comentario.

-que graciosita.

Desvié mi vista, negando con la cabeza por el comentario.

El niño que estaba anteriormente en los toboganes, estaba siendo hostigado por el vagabundo que estaba en aquella banca.

Golpeé el hombro de Michael para que se diera cuenta de la situación.

Ambos nos acercamos al niño, cuidadosamente.

-Tus padres están aquí, te están buscando! — Con una sonrisa fingida le hablé al niño para que no se asustara.

El vagabundo se alejó, la actitud del niño cambió positivamente, como si le hubiese enseñado una bolsa de caramelos al mencionar a sus padres.

-Mis padres? Genial!! — El niño me siguió con una sonrisa en su rostro.

Llevamos al niño a un lugar alejado de donde estábamos anteriormente.