── 𝐟𝐢𝐯𝐞.

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⌗˚𓏲•🌿ʚ 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗏 ; 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘢𝘤𝘩𝘰.

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-¡Protección de menores! ¡Sé que está ahí dentro! -solté una gran carcajada mientras me apoyaba en el rubio debido a la risa que causó el ver a John B dar un respingo en el sofá.

-¡Deberías haberte visto la cara! -farfullé mientras John B nos miraba mal a ambos.

-¿Era necesario? -preguntó el castaño a través de la ventana. Asentí sonriendo.

-¡Vamos, pedazo de vago! -le reproché al verlo salir de la casa y le lancé las llaves de la furgoneta.

-Tú conduces -oí a JJ mandarle a John B mientras se metía en el asiento copiloto.

Seguí a mi amigo con el ojo morado y me senté en la parte de atrás.

-Te lo digo enserio, tío -comentó el rubio mientras la furgoneta se movía por la carretera- No sé por qué no lo intentas con Kiara, está muy claro que le molas.

-John B me recuerda mucho a Dora la Exploradora. -me burlé- ¿Por qué será? ¡Oh, espera, ya sé! Por la ceguera y la estupidez.

John B soltó su mano derecha del volante y me enseñó el dedo corazón, por lo que sonreí.

-Pero es que siempre está: ¡Oh, John B! -gimió el de ojos azules.

-¿Lo dice así? -le siguió el juego el de ojos verdes.

-Cuando fuiste a sumergirte estaba cagada y te besó.

-Solo me besó en la mejilla.

-Sí, sí... -dije en un tono cantarín- Pero yo ya me proclamo Joara shipper.

-Y tanto. -Me dio la razón el rubio-. La tienes a tiro, y no hagas como que no te das cuenta, te lo veo en los ojos. Te pones en plan me gusta y te ruborizas.

-¿Me ruborizo?

-¡Sí! -después de unos segundos de silencio, JJ se inclinó y cogió la brújula ágilmente, pero John B le pegó en la mano e intentó arrancársela.

-¡Tío! -soltó el castaño enfadado.

-¡Solo la estoy mirando! -se defendió JJ-. Lo reconozco, es la brújula de tu padre en el barco de Scooter es rarísimo.

Cerré los ojos harta de las discusiones de mis amigos, yéndome de viaje por mi mente y pensamientos, pero la voz de John B me interrumpió después de unos minutos, diciéndome que ya habíamos llegado.

Salí la última de la furgoneta y observé el lugar. Scooter Grubbs había muerto en una casa al lado de las marismas cuyo techo parecía que se caía a pedazos. La pintura gastada por la lluvia, el viento y los años; roída y arañada. Un hogar no muy acogedor, en mi opinión.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐘𝐎𝐔; jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora