⌗ ꙾꒦ 𝗗u̶l̶c̶e̶ 𝗘n̶a̶m̶o̶r̶a̶d̶o̶!

敏' XX 🍚

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Avisito: Jeongin/Top Seungmin/Bottom

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Terminaron de estudiar todo lo que Jeongin necesitaba, aunque su mayor tranquilidad era que seguiría viendo a Seungmin.

—Ven —el ojiverde se sentó en la cama y llamó al castaño para que se ubique a su lado, no dudó en aceptar-. ¿De verdad crees que ellos ya lo pensaron?

-Es predecible, se los dijiste hace más de dos semanas, de seguro repasaron mucho tus palabras y la forma en que se los hiciste saber, mis padres tomaron una gran desición tras haberlo pensado dos semanas, ¿Por qué los tuyos no harían lo mismo? Y si no lo han entendido todavía, estás tú para explicarles, ¿Quién sabe mejor que tú lo que se cruza por tu cabeza?—Seungmin sonrió y se relajó en el hombro de su acompañante.

-Tienes razón.

-Y para cualquier cosa aquí me tienes, voy a estar listo para hacerte todos los pasteles que quieras —Seungmin rió y se alejó, Jeongin se giró a verlo.—Mi papá ya debe estar en camino.

-Ok —sus mejillas empezaron a teñirse de carmesí, y las del castaño igual de tan sólo pensar en lo que se cruzaba por su mente para que se sonroje.

-Q-Qué pasa?

—¡N-Nada! —apartaron la mirada. Jeongin vio de reojo como el ojiverde comenzó a jugar con sus manos nervioso, y aunque una gran ternura lo invadió de tan sólo verlo prefirió hacer de cuenta de que no.

-¿Seguro?

—¡Sí! —el castaño volvió a mirarlo.

—¿Por qué te sonrojas?

-Tú también estás sonrojado.

-Exacto -pasaron unos cortos segundos hasta que la expresión de sorpresa del primer enamorado apareció.

Seungmin iba a hablar pero tocaron la puerta y tuvo que ir a abrir.

-El padre de Jeongin está en la puerta —avisó la mamá del ojiverde y luego se marchó.

-Ya tengo que irme –tomó su mochila- ¿Me acompañas?

-Eh, sí.

Fueon hasta la salida, Seungmin y el papá de Jeon se saludarlo, ya era momento de despedirse.

-Suerte -susurró de orbes avellana, el contrario se le quedó mirando confundido y después lo abrazó.

—Vamos a tener que hablar luego.

-Ya lo sé, Seungmin.

-Más te vale saberlo -se alejó.

-No, lo sé, hablo de lo otro, sobre tus sentimientos - susurró.

Su cara de sorpresa regresó aunque esta vez más exagerada, vio al contrario con sorpresa.

-¿De verdad lo sabes?

-Ahora no es momento para hablar —revolvió su cabello.—Recuerda que eres genial y exprésate como se debe ¿Sí?

—Sí, pero ¿Desde cuándo sabes?

-Adiós, Seungmin, nos vemos mañana en clase —se despidió y subió al auto con su papá.

El ojiverde entró a su hogar.

—Bien, ¿De qué quieren hablar? –fue lo primero que dijo.

-Queremos oírte a ti más que hablar nosotros, nunca te hemos escuchado y ya es tiempo de darte la oportunidad de expresarte, tienes derecho a quejarte por lo idiota que hemos sido, a no perdonarnos por jamás haber pensado en lo quieres, tienes derecho a expresarte, Seungmin — dijo su madre con sus ojos cristralizados.

Aunque, apenas transcurrieron unos segundos el ojiverde rompió en llanto y corrió hacia los brazos de sus mayores, comenzando un primer abrazo familiar.

Los tres estaban llorando abrazados en el comedor.

-Esto, sólo quiero esto.—susurró Seungmin aun sin creer que estaba abrazando a sus padres, se sentía tan satisfactorio y cálido, por primera vez experimentaba lo que era el amor de su mamá y su papá.

-Perdón, hijo, perdón por todo -dijo esta vez su padre.

Continuaron ahí un rato más, hasta que se alejaron y fue ahí cuando se sentaron en la mesa ya más tranquilos.

Seungmin les contó acerca de todo, no se guardo nada tal como aconcejó Jeongin y se sentia bien al ver a que sus padres estaban prestándole atención, interesándose por fin en lo que él quiere de verdad, y a su vez, pasando el rato en familia que él tanto anhelaba.

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