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Avisito: Jeongin/Top Seungmin/Bottom
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Ya había pasado dos semanas desde que empezaron a salir.
Hyunjin se lo había tomado con felicidad, y también se dio el gusto de contarle a Seungmin sobre las dudas que tuvo Jeongin, avergonzando al castaño.
Hoy se cumplía un mes desde que empezaron a salir, y aunque para ellos ya eran novios debían hacerlo oficial.
El castaño invitó a Seungmin a su casa.
Al llegar tomaron el té con la madre de Jeongin, quien le había cogido un gran cariño a Seungmin.
Luego subieron a la habitación del de orbes avellana.
El ojiverde se sentó sobre la cama como de costumbre, y no pasó mucho hasta que su chico de salidas se sentó a su lado, comenzando una serie de besos suaves y dulces.
-Seungmin.
—¿Qué pasa, Innie?
-¿Quiéres ser mi novio? -el ojiverde lo miró asombrado, para luego sonreír y dejar un besito en su mejilla.
-Sí, tonto -lo abrazó-. Aunque creí que ya lo éramos.
-Tenía que ser oficial -Seungmin rió ligero.
Sus familias estaban contentas, a ambas les caían bien.
Al pasar cuatro meses todo estaba yendo tal como ellos querían.
El hecho de que los padres de Jeongin estén separados no era motivo de que se lleven mal, incluso salieron ambos a una cafetería donde charlaron, se dijeron todo y llegaron al trato de llevarse bien por el castaño, para que no tenga que cargar con la mala relación de sus padres.
Con respecto a la familia de Seungmin todo iba de bien en mejor, ellos comenzaron a charlar más con su hijo y pasar más momentos con él, ninguno de los tres sabía cómo llevarse, es decir, no estaban acostumbrados pero entre ellos se ayudaban para que todo sea mejor, y así iba transcurriendo.
Jeongin formó un buen lazo con la familia de Seungmin, incluso lo recibían como un segundo hijo.
También, la abuela del castaño tomó muy bien la visita de su nieto y su novio, incluso se entretuvo mucho contándole a Seungmin cosas que hacía Jeongin de bebé, divirtiéndose juntos.
De pronto, la vida de ambos dio un giro inesperado, y por suerte, fue para bien, los dos estaban muy contentos.
Al terminar la preparatoria comenzaron a estudiar lo que los apasionaba, y ahí estaban el uno para el otro para ayudarse, aconsejar se, escucharse, amarse y acompañarse, siendo la pareja que siempre quisieron, esa relación sana y cálida que anhelaban desde pequeños.
