Keep Singing...「𝑺𝑻𝑹𝑨𝑵𝑮𝑬𝑰𝑹𝑶𝑵」

【05】

▕Capítulo 05 ▶

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— Anthony.— Habló alguien detrás suya, y rápidamente el tritón se dio la vuelta para encarar a su progenitor.— ¿Ya está hecho?

— Sí, Padre.— Howard parecía satisfecho con la respuesta de su hijo, y sin querer darle más importancia, se dirigió a la salida del cuarto.

— Fue una imprudencia, Anthony. Discutiré con tu madre para buscar un castigo apropiado para ti.— Y sin más, el hombre mayor salió.

El joven, frustrado con su padre por no entender la situación, dejó escapar un gruñido de disconformidad. ¿¡En serio era tan complicado entender la situación!? ¡Mas que sea se hubiera dignado a escuchar sus argumentos! ¡Pero no! ¡Howard Stark era un tritón demasiado ocupado como para escuchar a su hijo!

Deseaba salir de allí, pasar un día en la zona de la última noche, lejos de la ciudad en donde habitaba. Y encima ahora había cortado todos los lazos con los únicos humanos que conocía.

Al contrario de los que las historias decían, parecían majos, y algo tontos, aunque suponía que eso se debía a la extraña bebida que tomaban. Se parecía un poco a las que tenían aquí hechas con veneno de pez globo.

A saber qué castigo le pondría Howard, se esperaba todo de él. Al menos su madre podría poner algo de comprensión en la decisión. Howard solo se preocupaba de la imagen del apellido familiar.

Flotando, el joven se lamentó no poder seguir hablando con los humanos. Había sido uno de los mejores tratos que había tenido, aunque mediante los sueños él era el único que podía hablar. Aún no ha mejorado esa habilidad.

Ahora, las ganas de alejarse de la ciudad subacuática predominaban en su cabeza.

Reencontrarse con esos seres, y escucharlos.

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La mañana del día siguiente había sido muy monótona.

Las aguas estaban tranquilas mientras todos los habitantes se dirigían a sus puestos de trabajo.

Tony observaba desde la ventana de su habitación, aburrido y hambriento, pero sabía que no podía salir a por comida hasta que su padre le diera el visto bueno.

Se acercó a la cajonera de la esquina, y abriendo el último cajón de abajo, sacó esa extraña botella.

A veces le gustaba observarla, así podía hacerse una leve idea de cómo trabajan los de la superficie.

El vidrio era verde, con una pegatina justo a la mitad de la botella que ponía algún nombre raro. El tapón no parecía ser los de rosca normal, así que suponía que era los de metal.

Guardó rápidamente el objeto en su sitio cuando notó que alguien se acercaba.

Unos leves toques se dieron en la puerta, y pocos segundos después Jarvis entraba con una bandeja que parecía ser su desayuno.

— Buenos días, Joven Anthony.— Saludó el mayordomo, aproximándose a una pequeña roca en donde dejó la comida.— El Señor Stark espera encontrarse con usted dentro de dos horas.— Informó el hombre mayor, para luego darle una cálida sonrisa, y salir de la habitación.

Jarvis era lo mejor que ese mundo le había dado, una figura rígida que le había brindado cariño como un padre debería haber hecho. Junto a Ana, ambos eran lo más importante que tiene en su vida.

Algo desesperado, devoró la comida que Edwin le había traído. La saboreó, preguntándose cuando sería la próxima vez que tomaría algún plato hecho por Ana.

El tiempo pasaba más lento de lo deseado, y eso solo le dejó vía libre a su mente para que divagara sobre las posibles palabras de Howard.

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De regreso a la superficie, el día de Stephen tampoco había sido tan especial. No por ahora.

Había tenido una clase de biología junto a Christine tras la de química, y ahora tenían un descanso para almorzar.

Aún su cabeza estaba en otro sitio, pensando en lo último que había pasado esa noche, pero eso no impidió que acabara en la cafetería junto a Christine, esperando en la larga cola antes de llegar al mostrador.

Al fondo observó como el grupo denominado "Vengadores" estaba sentado en una de las mesas, charlando animadamente.

Fijó su vista en el arquero, Clint, quien parecía haber tenido la misma suerte que él con respecto a las horas de descanso.

No tenía intención de acercarse al grupo, pero Christine le arrastró con la excusa de que debía hablar con Bruce sobre algo de biología que no llegó a entender.

Ambos fueron aceptados en esa mesa, y sin pronunciar palabra alguna, Stephen empezó a comer lo que tenía en la bandeja. Mientras tanto, escuchaba las conversaciones que se generaron en la mesa. Por un lado, Bruce y Christine hablaban sobre su proyecto, y por el otro, los dos jugadores de rugby compartían sus predicciones para los próximos partidos.

Notó que alguien lo observaba. Pensó que era el arquero, pero se llevó una sorpresa cuando lo vio concentrado con su teléfono. Mirando al resto de los integrantes del grupo, descubrió a una pelirroja mirándolo.

Natasha no se dignó a apartar su mirada cuando la descubrió, era como si intentara descubrir algo. Probablemente ya sabía sobre lo ocurrido, pues era la mejor amiga de Clint, y además perfectamente podría ser una espía teniendo en cuenta los rumores que se expandían por el campus.

No quiso prestar demasiada atención por ahora, así que se metió en la conversación de Bruce y Christine, con la intención de aportar algunos datos e ideas que les podría servir de ayuda.

Cuando todos los de la mesa terminaron, se separaron para ir a sus respectivas clases. La rusa no paró a hablarle, pero supo que no tardaría mucho en hacerlo.

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Siento la tardanza de este capítulo, pero me pilló una semana con dos exámenes importantes.

Bueno, sabemos que Nat es consciente de algo de la situación, pero no hasta qué punto.

No estoy segura si le estoy metiendo mucha prisa a los acontecimientos.

Alt.Ashka