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Capítulo 06 

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El joven tritón se encontró justo en la entrada del despacho de su padre, esperando que este le dejara pasar.

Debía admitir que estaba nervioso, algo que no era típico en él. Sus manos temblaban ligeramente, y él hacía todo lo posible para pararlo, resultando en un fracaso. Alguien más parecía estar allí dentro, una voz que se le hizo bastante conocida por los contactos que había tenido con socios de su padre.

Tras una espera que duró más de lo deseado, Howard al fin le dio paso a la sala.

Las miradas de los dos hombres se centraron en él, y al fin pudo ver a la otra persona que los acompañaba. Obadiah Stane, quien su padre había dicho que era su padrino, pero con el cual no tenía ningún recuerdo con él aparte de varias veces que se saludaron de cortesía.

— ¡Tony!¡Mi muchacho!— Exclamó su padrino, acercándose a él para darle un abrazo. Se removió, intentando separar el agarre. No estaba muy cómodo con la cercanía del mayor, no sabía por qué.

Un carraspeo de parte de su padre obligó a que se separaran, y por una vez, no pudo estar más agradecido con el hombre.

Rostro serio, y con esos esos expresivos ojos que mostraban enfado y seguridad, Howard miró fijamente a su hijo.

— Anthony.— Sin duda, el nombrado odiaba esa voz autoritaria que utilizaba su padre para intentar intimidarle, porque muy en sus adentros, sabía que algo le afectaba.— ¿Te acuerdas de Obadiah?— Bueno, eso era muy relativo, a decir verdad. Si bien se acordó de como se llamaba el hombre, no recordaba tener ningún acercamiento con él que superara los saludos cordiales. Aún así, decidió asentir.— Bien.— El hombre apoyó los codos en la mesa, en clara búsqueda de conseguir una postura más intimidante.— Soy consciente que prometí ponerte un castigo por tu... Inadecuado comportamiento que rompe las leyes no escritas sobre nuestro contacto con los de la superficie.— Sin saber que responder exactamente, Tony asintió.— Pero creo que entre Stane y yo hemos conseguido llegar a una mejor solución.

Exaltado por el rumbo que tomaba esa conversación, el más joven de la sala se atrevió a preguntar a qué se refería.

— Trabajarás para la industria familiar.— Debía admitir que eso le tomó por sorpresa, teniendo incluso que luchar para mantener su boca cerrada.— Cómo aún dudo que tengas todos los conocimientos necesarios para hacer un buen trabajo, Obie estará contigo para asistirte.— Puede que eso le haya ofendido un poquillo. Notaba como si su padre le insultara en la cara al ponerle bajo la tutela del hombre.— Espero lo mejor de ti, Anthony. En un futuro serás el dueño de nuestro legado, y no puedo permitir que lo estropees.— La voz de su padre era dura, clara seña de que no quería ninguna tontería.— Nuestro pueblo está bajo nuestra responsabilidad, al igual que nuestro soldados. No querrás que en un futuro tu amigo Thor sea asesinado por un fallo en las armas, ¿no?— El joven se estremeció un poco al asimilar esa idea.

— No, señor.— Respondió él, y una amplia sonrisa apareció en el rostro de su Perfecto. Empezarás mañana.— Jarvis te llevará hasta la zona de trabajo, así que más te vale estar listo para ese entonces.— Advirtió Howard.

— ¿Puedo irme ya, señor?— Una vez que su padre asintió, el joven salió de la sala lo más rápido posible. El castigo que su padre le había puesto era uno muy leve a su parecer. No podía jugársela a quedarse mucho tiempo más cerca de su padre, pues puede el hombre cambiara de opinión y decidiera poner una mano más dura. No tentaría su suerte en ese tema.

Salió a los alrededores de la mansión, mirando frenéticamente a todas partes, como si buscara algo, o a alguien.

Dio un pequeño saltito al notar como alguien le tocaba el hombro, girándose para ver al pelinegro delante suya.

— El viejo no te retuvo mucho esta vez.— Dijo Loki tras haber arrastrado al joven hasta unas rocas.— Eso ya de por si es un poco raro de él. ¿Estamos seguros de que no se está muriendo?— Tony sonrió ante la ocurrencia de su amigo, negando con su cabeza.

— Creo que el estrés tan potente que tiene le alivia un poco el enfado que tiene en mi contra.— "Y menos mal" Pensó.

El pelinegro no quiso indagar más en el tema, intentando ahora concentrarse en el motivo de su visita.

— Te acuerdas de lo que me pediste, ¿no?— El más joven asintió, y pudo ver como sacaba un pergamino que traía consigo.— Esto fue lo que conseguí de la colección de mi madre.— El castaño empezó a leer detenidamente cada palabra escrita. Ya solo con el título se estremeció levemente.

"Efectos secundarios de salvar a un ser vivo mediante el canto de un tritón."

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Dato curioso: los pergaminos de los seres subacuáticos están hechos con algas, la tinta es sacada de los calamares y mezcladas con sedimentos de roca muy bien triturados para evitar que la tinta se desprenda del papel.

Pequeñas cosas que pueden ser importantes de aclarar: Cuando hablo de sirenas y tritones, esto son dos grupos de seres subacuáticos diferentes, aunque sus antepasados son los mismos. Se hablará de tritones machos y hembras, al igual que sirenas machos y hembras.

Hay importantes diferencias entre ellos que serán reveladas dentro de pocos, pero creo que es crucial explicar que no son la misma raza.

El dios de las travesuras por fin ha hecho su aparición, y si todo sale bien, dentro de poco también veremos a la suprema reina Frigga.

La vida me ha ensañado una cosa, y es nunca fiarme de Obadiah Stane.

Alt.Ashka

Keep Singing...「𝑺𝑻𝑹𝑨𝑵𝑮𝑬𝑰𝑹𝑶𝑵」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora