Capítulo 6: Nuestra boda

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Han pasado varios meses desde que Joseph y yo volvimos a estar juntos para formar la bonita familia que ambos soñamos con tener. Hoy es el dia de nuestra gran boda debido a la insistencia de su familia tradicional. Para nosotros solo es una formalidad ya que estamos más enamorados que nunca y no queremos volver a separarnos el uno del otro mucho menos ahora que nuestro hijo cumplirá su segundo año de vida.

Observo mi reflejo recordando la primera vez que use un vestido igual hace tiempo, cuando iba a casarme con Marco. Me encontraba insegura, no estaba enamorada y la tristeza se dejaba notar en mi mirar. Pero ahora todo es diferente me voy a casar con mi amado, mi hijo sostendrá la cola del vestido y sostendré mi ramo hasta llegar al altar. Doy mil vueltas por la habitación deleitándome con los movimientos tan libres de la tela fina del vestido. Mis amigas casi hermanas me miran con alegría, mi suegra se encuentra llorando de la felicidad y no puedo ignorarlo, pero arruinaré mi maquillaje con mis lágrimas. Solo debo sonreír y disfrutar de estos momentos donde los nervios recorren todo mi cuerpo, quiero que todo esté espectacular y que sea una noche inolvidable.

Bajo de la limosina, pero noto las miradas tensas de mis acompañantes, no logró descifrar lo que tratan de hacerme saber. Una angustia comienza a propagarse cuando me percato de la presencia de Marco Vallarta quien se encuentra en medio de la entrada de la iglesia. Este vestido de traje se ve más apuesto de lo normal debo admitir, sus tiernos ojos azules me analizan de pies a cabeza, tal vez vienen a su mente los horribles recuerdos de cuando hui de nuestra boda con Joe hace tiempo. No puedo decir que me arrepiento de ello, pero fue una forma muy mala de cancelar un matrimonio en el cual no estaba segura de hacerlo. Me paralizo cuando lo veo acercarse, no quiero volver a lastimarlo ni siquiera quiero decir alguna tontería como "Hola ¿Cómo has estado después de nuestro rompimiento?" eso sería muy estúpido.

Me extiende la mano y por inercia hago lo mismo, la acaricia con suavidad para darle un beso.

─ Te ves muy hermosa Delina Mussiel, estoy muy feliz por ti y Joseph, por su unión y por la bella familia que sé que van a formar, de corazón en verdad les deseo lo mejor sin importar lo que sucedió en el pasado─ un alivio sentí al escuchar esas palabras no me pude contener y me acerqué lo bastante para darle un fuerte abrazo. Se siente muy reconfortarte hacer las paces con las personas a las cuales lastimé por no saber lo que realmente quería hacer con mi vida. Todos nos podemos equivocar, pero lo importante es aprender, mejorar y enmendar.

─Gracias por todo Marco, necesitaba mucho escuchar eso─ me otorga su brazo para enlazarlo y caminar hasta el altar.

Mi ahora esposo se encuentra admirándome a la distancia mientras me acerco lentamente hacia él. Esta más guapísimo de lo normal, su mirada está cargada de felicidad, su sonrisa es más grande lo habitual definitivamente le gusta lo que ve. Pobre hombre él me ve con ternura y yo ya estoy imaginando en todas las formas en que me lo comeré en nuestra cama cuando sea nuestra luna de miel.

Fue la ceremonia más larga a la que haya asistido en mi vida, pero para mí fortuna, oficialmente soy la señora Federeck y acabo de unir mi vida al mejor hombre de todos los tiempos. Al más ardiente, amoroso, sexy, caliente, tierno, terco, detallista, indeciso, irritante, egocéntrico y fiel hombre que se encuentre en la faz de la tierra. No hay palabras específicas para decirle la manera loca en la que lo amo mejor se lo hago.

Mis raíces latinas me llaman a adueñarme de la pista de baile junto a mis niñas mientras movemos nuestras caderas al ritmo de nuestro perreo intenso. A lo lejos Joseph me llama para que lo acompañe al interior de su gran mansión. Camino un poco mareada por los efectos del alcohol y los pesados tacones que ya no los soporto.

─ ¿Que desea mi nuevo esposo? ─ le pregunto coqueta, se acerca de manera imponente para después posar su gran mano en mi pequeño cuello.

─Debería ser ilegal que te muevas de esa manera frente a todos y no poderte arrancar toda la ropa─ sus ojos hermosos están a unos centímetros de mí y eso logra calentarme muchísimo.

─ ¿Y deseas hacerlo? ─ pregunto retadora

─Totalmente─ menciona para después poseer mis labios de manera salvaje como sabe que me gusta, me coloca de espaldas recargándome en una mesa, él se adentra por debajo de mi gran vestido para bajarme las bragas hasta media pierna. Me encanta como saborea mi intimidad con el mismo deseo que siempre lo ha caracterizado. No puedo evitar gemir fuerte con la gran habilidad de su lengua, no quiero evitarlo simplemente le exijo más porque necesito a su miembro dentro de mí. La ansiedad me debilita y muevo mis caderas por todo su rostro en protesta ya que sabe lo que quiero, pero quiere que se lo pida. Le doy gusto, me tiene gimiendo contra la pared de una de las habitaciones de su casa mientras todos bailan afuera en celebración por nuestro matrimonio. Me hace venir en el dia de nuestra unión, esto debe ser maravilloso para cualquier pareja que se ame como nosotros lo hacemos. Una vez finalizado nuestro bautizo sexual volvemos con nuestra familia como si nada hubiera pasado.

Al acompañar a la puerta a uno de nuestros invitados, un señor se aparece en medio de la calle, se acerca pidiendo algo de comida o dinero. Mi marido se apronta para sacar dinero de su billetera, pero el parece reconocerme y quiere acercarse, pero de inmediato le piden que se retire.

─ ¡Delina! mi niña, hija, ¿eres tú? Soy tu padre ¡ayúdame por favor! ¡yo te traje al mundo! ─ todos voltean para ver mi reacción, pero yo deseo no estar aquí en este momento.

Ámame Como Tu QuierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora