siete

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—entonces, ¿louis es tu novio? —niall preguntó curioso mientras bañaba a un gigantesco san bernardo.

niall de verdad estaba agradecido de que harry le esté ayudando esta vez con los baños porque este peludo amigo estaba lleno de lodo.

el perro estaba tranquilo, sentado y disfrutando del baño.

—no. —harry contestó serio.

este es el asunto.

llevaban seis semanas viéndose.

como amigos claramente.

después de esa adorable visita a la cafetería favorita de harry técnicamente adoptaron el hábito de salir a almorzar juntos, y a comer, y a cenar, y también a caminar por el parque.

claro que harry mantenía su espectacular personalidad callada, pero se había abierto un poco más a la posibilidad de entablar una amistad con el lindo omega de ojos azules y olor a fresas.

—¿te das cuenta que se ven todos los días?

—tú y yo nos vemos todos los días y no somos una pareja.

—a mi nunca me gustaría una amargada como tú. —niall rió y se asomó desde el otro lado del perro y vio a harry limpiando las orejas del gran san bernardo. —pero, se ven todos los días y tú le gustas a louis y claramente a ti te gusta louis.

—¿quien dice que me gusta louis?

—no lo sé, el hecho de que no lo haz echado fuera de tu vida.

—a ti tampoco te he echado de mi vida, sé cómo mantener una amistad.

—número uno: de mi ya no te desharás, hazle como quieras. —niall enumeró. —número dos: odias que los omegas se acerquen a coquetear contigo.

—louis no me coquetea.

—claro que lo hace. —niall puso más acondicionador especial para perros para poder quitarle un nudo al cabello del perro. —es todo adorable frente a ti y te trae dulces y así.

—porque somos amigos.

—¡le gustas! —niall dijo exasperado.

—¡no le gusto! —harry rodó los ojos. —solo somos amigos y disfruto la compañía de louis, no me disgusta su olor y de verdad quiero tenerlo en mi vida todos los días, ¿okay? —harry perdió la paciencia por un segundo.

niall se asomó desde la parte donde estaba para ver a harry.

—te gusta louis. —niall hizo una sonrisa burlona.

—eres increíblemente testarudo, —harry rodó los ojos. —y si en dado caso hipotético, él me gustará ¿que quieres que haga?

niall chillo emocionado.

—¡que lo hagas tu novio oficial!

harry rió sarcástico.

—mala suerte para ti que no me gusta louis. —harry exclamó y se quitó los guantes con los que estaba trabajando.

niall vio al perro junto a él que aún necesitaba enjuagarse.

—es un hueso duro de roer. —rió por su propio mal chiste.



harry estaba cerrando la clínica.

eran las ocho de la noche y había quedado de ir a cenar con louis a ese restaurante nuevo de comida china.

sonrió inconscientemente al recordar a un louis emocionado por el simple hecho de que el logo del restaurante tenía una gatito de la fortuna.

—¡doctor, no cierre! —una voz chillona llamó su atención.

cute vetWhere stories live. Discover now