Capítulo 16

446 28 3
                                    

Ya hace dos semanas que volvimos a Los Ángeles con Mia, a decir verdad las cosas han sido un poco extrañas, pero también han ido muy bien en nuestra casa. A veces me pregunto ¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado con Danny? ¿estaríamos juntos o solo sería una atracción momentánea?, no lo sé y me da curiosidad, siempre eh sido muy curioso y querer saber que habría sido de nosotros no es algo que pase por alto, pero ahora debo enfocarme en mi, en Mia, en nuestro futuro juntos.

—Aidan—hablo la pelirroja—ya me voy al trabajo

La preocupación se apodero de todo mi sistema al ver el rostro de Mia—cielo ¿estas bien?—pregunte mientras fruncía mi entrecejo

Ella asintió—si, debe ser el estrés del trabajo ¿sabes? Esta semana ha estado muy atareado

La comprendía, ser medico jefe en un hospital dónde es escaso el descanso, produce mucho estrés y Mia ha pasado días sin dormir bien, pese a los riesgos que corre por descuidar su bienestar, ella sigue esforzándose en el hospital, si eh de admirar algo, es a las mujeres que trabajan y son autodependientes, pero Mia se ve tan agotada, tan pálida...

—Te llevare—hable firme

—No es necesario—se acerco a mi—estoy bien, solo es un poco de cansancio, hare una pausa entre turno y tomare una siesta

Me negaba a dejarla ir sola, se ve muy mal—amor, no creo que estés en condiciones para conducir—acaricie su mejilla—podrás dormir un poco mientras manejo

—Te preocupas demasiado—rodo sus ojos—pero si eso te calma un poco, por mi esta bien

Baje hasta el garaje para sacar de allí el auto, mientras Mia terminaba de recoger unas cuantas cosas que necesitaba, cinco minutos después la pelirroja se asomo por la puerta con una gran sonrisa y su rostro aún más pálido, me preocupaba su semblante, Mia siempre ha hecho turnos extras y ha dormido poco, pero jamás se había visto así.

Camine hacia la puerta del copiloto para abrirla y darle paso a mi novia, pero antes de que ella pudiera acercarse note que se detuvo un poco tambaleante así que me moví rápidamente hacía ella.

—Aidan no me sie...

Sus palabras quedaron al viento, debido a que perdió el conocimiento entre mis brazos—¡Mia...Carajo! estarás bien

La levante entre mis brazos y como pude la subí al auto y luego subí yo para empezar a conducir hasta el hospital en donde ella trabaja, sería más fácil que la atendieran allí. El estrés y desespero se empezaba apoderar de mi sistema, el trafico aumentaba haciendo que los autos na avanzaran y Mia no reaccionaba, sus labios estaban resecos y pálidos al igual que su piel, no sabía que hacer, si salir del auto y correr con ella en brazos o simplemente esperar a que el trafico cesara.

Unos minutos después que parecían siglos en el auto, por fin pude salir del horrible trafico de la ciudad, conduje lo más rápido posible que casi creo a ver salido del limite establecido, pero no me importaba en estos momentos una posible infracción, solo me importaba que Mia fuera atendida lo más rápido posible, era tanta mi preocupación que no me fije en que momento me encontraba en el hospital, estacione el auto y baje con Mia y casi corriendo entre allí

—¡Por favor una camilla!—grite fuerte, provocando la atención de uno de los compañeros de Mia, Daniell

—Aidan ¿Qué le paso?—pregunto mientras halaba una camilla para subir a la pelirroja

Con mi voz agitada respondí—Se desmayo, ha estado muy pálida y la eh notado muy mal

—Entiendo—asintió—de seguro es por el estrés, debe ser un síncope vasovagal

Lo mire con confusión—¿y eso es grave?

Daniell rio un poco y negó—no, posiblemente es un desmayo simple por el estrés, ya te dije, sin embargo...—acaricio su barbilla—le haremos unos cuantos exámenes de rutina

Asentí—de acuerdo... ¿creés que pueda entrar con ella?

—No es necesario—sonrió amable—ve a la sala de espera, en unos minutos te diré como sigue y si puedes entrar a verla ¿de acuerdo?

Inhale y exhale profundo, mientras con la cabeza le decía que si, fue entonces como vi a Daniell alejarse con Mia en aquella camilla mientras él estaba apuntando unas cuantas cosas, camine hasta la sala de espera y tome asiento, sentía cada segundo pasar como si fuera una maldita hora, sentía que el tiempo no avanzaba y a su vez sentía mi corazón con ganas de abandonar mi pecho, cada minuto veía al reloj que posaba en mi muñeca como si así me fueran a dar alguna razón de ella más rápido pero no es así.

Con mi respiración vuelta un desastre y mi cuerpo hecho un manojo de nervios, tomé mi celular y llamé a Davyd.

—¡Davyd!—dijé agitado

—Aidan... ¿qué pasa?—preguntó  extrañado ante mi llamada

Suspiré profundo y volví a hablar—acabo de traer a Mia al hospital

—¡¿Qué?!—dijo con una notoria angustia en su voz—¿que le paso?

—Se desmayo cuando salía de casa, la traje al hospital donde trabaja

—Ya veo... voy para allá.

Y así finalizo nuestra llamada, tal vez no sea nada grave pero quise que su hermano se enterara de lo sucedido... una vez más tome asiento y a lo lejos vi a un chico de cabellera roja junto a una chica muy apuesta, era Davyd y su novia, al verme acelero el paso para llegar a mi y en cuestión de segundos ya estaba a mi lado.

—¿Como esta Mia?—pregunto preocupado

Me encogí de hombros—no lo sé, no me han dicho nada

Davyd abrió sus labios para hablar, pero antes de que pudiera decir algo, Daniell salió

—Aidan—sonrió

—¿Cómo esta ella?—pregunté rápidamente

—Doctor ¿como esta mi hermana?—dijo Davyd con desespero en su mirada

—Descuiden—sonrió plácidamente—Mia esta bien, esta un poco cansada y...

Dejo sus palabras al viento—¿Y? ¿Daniell que pasa?—pregunte

El pelinegro dejo salir un gran suspiro y me miro fijamente, como si quisiera ver a través de mi alma y juro que creo que lo logro—debes hablar con ella, es algo muy importante

Su semblante serio me hizo pasar un gran sudor frío por cada parte de mi anatomía, quizás Mia tenía algo más que un simple cansancio... a decir verdad tengo miedo de entrar allí y toparme con una mala noticia, entonces, después de dudar y debatirme entre entrar o no a aquella habitación blanca, a pasos cautelosos camino hacia la puerta y tomo el pomo dándole una ligera vuelta para abrirla y adentrarme a donde estaba Mia.

Mi mirada viajo a aquella camilla donde se encontraba la pelirroja sentada viendo por la ventana y cuando noto mi presencia, giro a verme y con una cálida y suave voz, escuche decir un: "hay algo que acabo de saber y tú también debes enterarte".

Más allá de una simple apuesta©(2) [ ✔]Where stories live. Discover now