Un accidente y una sorpresa

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Los cuatro días en las montañas nos habían sentado de maravilla, Mew se veía mucho mas relajado y ya no tenía ese semblante atormentado y triste que lo acompañaba desde que había conocido la verdad.

Con una sonrisa me afirmé en la pared, mientras veía entrar a mis bebés al colegio, llevaba unos minutos esperando, ya que, sabía que el idiota de Robert andaría cerca, las últimas semanas no dejaba de molestar, así que sabía que no demoraría en aparecer.

-Hola fierecilla, dijo su molesta voz a mi espalda y sin dudarlo sonreí, con lentitud me giré y lo vi con su postura chula de siempre, cuanto odiaba su rostro soberbio y autosuficiente.

- ¿No te cansas de molestar?, dije viendo como se encogía de hombros y sonreía satisfecho, obviamente odiaba incomodarme - ¿Qué haces aquí?

-Sabes que hago aquí, dijo acercándose a mí e invadiendo mi espacio personal - ¿No he sido claro?

- ¿A tú sugar mami no le molesta que hagas esto?, dije disfrutando de como abría sus ojos con asombro -No pensé que caerías tan bajo, ¿no te da asco que una anciana te toque?

Cuando su voz salió entrecortada salté internamente, el idiota estaba cayendo justo en mi trampa -Pensé que me conocías mas Gulf, dijo tratando de recuperar su seguridad, pero yo sabía que era sólo actuado.

-Pensé que tenías mejor gusto, convertirte en el juguete de una señora con dinero es muy bajo, inclusive para ti, dije sabiendo que eso golpearía su ego y que no dejaría de soltar información para defenderse -No pensé que fueras tan idiota.

- ¿Quién dijo que yo era su juguete?, dijo con la vena de su cuello inflamada de la rabia.

-No seas iluso, la tía de Mew es una mujer muy inteligente, en esa relación, claramente eres tú el usado, dije pinchando la herida y viendo como esta supuraba rabia, humillación y soberbia -Pero entiendo que ese es el lugar que te mereces.

-Esa perra esta comiendo de mi mano, hace lo que quiero y me mantiene, ¿de verdad crees que soy yo el usado?, dijo riendo y dándome una palmada en el hombro -Ella destruyó tu relación con Mew a mi pedido.

- ¿Qué esperan conseguir?, dije sorprendiéndome por ese dato, creí que la tía de Mew me odiaba desde siempre, eso me hizo pensar que la relación de ambos, era de larga data - ¿No te conformas con ser el niño mantenido de esa mujer?

-Ella es sólo un medio para conseguir un fin, dijo acariciando mi brazo y haciéndome sentir asqueado, era increíble como pude en algún momento creer que amaba a este idiota -Me alegra ver que aun vibras por mi tacto.

-No sólo el placer te hace temblar Robert, el miedo y asco también, dije viendo como arrugaba el entrecejo y cambiaba su semblante - ¿Sabes que estás durmiendo con una asesina?

De nuevo lo saqué de onda y eso me hizo pensar, que quizás no sabía lo que la tía de Mew había hecho o simplemente era un buen actor -No sabes de que hablas Gulf, dijo poniéndose serio y un poco hosco -A todo esto, ¿de dónde sacaste toda esa información?

-No sólo tú tienes oído y ojos en todos lados, dije dando por terminada la charla, obviamente el que supiera que sabíamos todo, los haría actuar de forma errada y esperaba que eso los hiciera caer en su propia trampa.

Cuando volví a casa vi a Tul, su pareja e hijo en casa y de inmediato le pedí al amigo de mi marido, que me acompañará a la oficina, necesitaba entregarle la información recolectada, de inmediato le pasé el lápiz que grababa -Esto es todo lo que conseguí, dije mordiendo mi labio y viendo como el escuchaba todo con atención -No sé si servirá, porque no me dijo mucho.

Un doloroso malentendidoWhere stories live. Discover now