Happiness || Pablo Gavi

27

-Sara- la llamo alguien.

-¿Que haces aquí?

-¿Sorpresa?

Sara inmediatamente sonrió y fue a abrazarlo al igual que a los otros dos que se encontraban a su lado.

-¿Como te encuentras pequeña?- pregunto mientras volvía a abrazarla.

-Muy bien.

-Sara...

-Cesar estoy bien de verdad- aseguró ella.

-Sara- dijo Mason acercándose- Esta bien llorar de vez en cuando.

-Pero que estoy bien- dijo esta vez con lágrimas.

-Ven aquí- dijo Azpilicueta para volver a abrazarla- Esta bien desahogarse alguna vez, no siempre puedes mantener tu sonrisa.

-Si puedo- susurró ella.

-No puedes- dijo ahora Kai- Sonríes todo el tiempo, sin darle importancia a tus problemas y se van acumulando. Llega un momento en el que es tanto lo que llevas dentro que no sabes cómo seguir adelante.

-Vuelvo a repetir la pregunta, ¿que tal estás?

-Estaré bien.

-No era lo que quería escuchar pero me conformo- dijo Cesar haciendo reír a los tres.

-¿Que hacemos ahora? -pregunto Kai.

-Iba a ir al gimnasio para ir recuperando musculatura y fuerza- respondió Sara.

-Pues ale venga, todos al gimnasio- dijo Mason.

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-¡Vamos Sara!- gritaban los tres viendo cómo la vallecana intentaba levantar seis kilos con los dos brazos.

-Yo puedo- susurró ella, fue a agarrarlo y cuando lo levantó, un pinchazo le dio en la lesión- Vamos joder.

Sara volvió a intentar levantarlo pero obtuvo el mismo resultado lo que hizo que la luchadora cayera al suelo sin esperanzas de volver a poder luchar. Los jugadores del chelsea se preocuparon cuando escucharon sollozos y rápidamente fueron hacia donde la menor se encontraba.

-Tranquila- susurraba Cesar mientras la abrazaba intentando tranquilizarla.

-No puedo, nunca volveré a entrenar. Mis sueños se han ido a la mierda- dijo ella con dolor.

-Escúchame- dijo Azpilicueta- No digas tonterías por que vas a volver más fuerte que nunca y en 2024 saldrás de Paris con una medalla de oro colgando de tu cuello. A lo mejor hoy no puedes levantar seis kilos, pero es mejor ir probando poco a poco.

-¿Con un kilo?- pregunto ella.

-Con dos, que yo sé que tú puedes- respondió Cesar.

-Vamos Sara- animaron Kai y Mason cuando la vieron levantarse.

-Vale.

-¡Siii!- gritaron los tres con emoción cuando vieron que la vallecana pudo hacer veinte repeticiones.- ¡Sara, Sara, Sara!

La luchadora se reía viendo cómo coreaban su nombre a la vez que saltaban lo que provocó que volviera a sonreír como no lo hacía desde su lesión.

-Bueno ya- dijo Kai.

-Paremos si- le siguió Mason.

-¿Que hacemos ahora?- pregunto Sara.

-Tu señorita a volver a entrenar- dijo Cesar.

-Pero si ya he entrenado- se quejó Sara.

-Te falta entrenar piernas.

-¿De verdad? Quiero descansar.

-De verdad si, tira anda.

-Me caes mal- dijo ella mientras volvía a entrenar.

-Seguro- dijo sarcásticamente Cesar.

-¿Sabéis algo de Gavi?- pregunto en un susurro Kai.

-Que vamos a saber nosotros de ese niñato- respondió Mason enfadado.

-Me ha llamado unas cuantas veces- dijo Azpilicueta ignorando a Mason.

-¿Y?

-No se lo he cogido.

-¿Por que no?- pregunto ahora Mason quitando la vista de su móvil.

-Se lo advertí e hizo lo que le dio la gana.

-Si bueno, pues no te va a gustar esto- dijo Mason cabreado mirando su teléfono. Kai y Azpilicueta se miraron confundidos y se acercaron a él para ver que era lo que enfadaba tanto al inglés.

-Será hijo de puta.