𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨

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Después de la explosión de las bombas en la capital, todos los sobrevivientes de los amigos de Cheong-san aún se refugiaban en una universidad ya echa polvo, todas las paredes estaban a punto de derrumbarse completamente, algunos ya lo estaban completamente; todo el lugar era un peligro para alojarse por solo unos días, ese edificio no podía soportar más movimiento de los intrusos.

En silencio caminaban los chicos, con cada paso que daban, los techos del piso de abajo caian pequeños fragmentos de cemento. Cada paso eran analizados con total precisión.

Necesitaban salir de ese lugar, ya habían estado el tiempo suficiente para pensar en un plan y largarse antes que el edificio se derrumbe y les lleve a ellos también. Nam-ra por ahora era la líder, sus instintos de zombie le daba la ventaja de sentir donde pisar y buscar un lugar sin zombies. Ella sería la que les lleve al otro lado de la cuidad, en ese lugar había un reformatorio en buen estado y sin algún intruso que les impida su estadía.

La chica medio zombie escuchó unos pasos lentos y pesados arrastrarse en su dirección. Rápidamente giró la cabeza hacia atrás y, no había nadie. Ella suspiró de alivio, tal vez fué un animal buscando también refugio.

— Nam-ra, que pasa —Lee Su-hyeok posó su brazo en el hombro de la mujer. Ella se sobresaltó. Por unos segundos no pudo reconocer su rostro.

— Oye, que escuchaste, estás un poco alarmada —le preguntó preocupado.

Ella observó a sus demás compañeros, en sus rostros estaba la completa duda que si alguien los acechaba.

— N-o es nada, solo fue un animal, vamos, continuemos el camino —desvió su mirada hacia adelante. Apretó fuertemente el fierro que traía en sus manos. Tuvo un mal presentimiento, algo estaba acercándose a ellos. No, no tenía que alarmarse por algo trivial y, más hacer preocupar a sus amigos. Tenía que guardarse para ella misma.

Sin objeción alguna de los demás, continuaron caminando cuidadosamente en los escombros.

Todos estaban al pendiente a sus alrededores, ayer por la noche vinieron los militares para eliminar a restos de sobrevivientes de zombies. Ahora temían por su vida, esos militares estaban con la orden de desaparecer a todo ser que se moviera. El gobierno dió aviso que allá afuera solo restaban de los infectados, no hay modo de ser salvados, ya sea un humano en perfecto estado de salud.

Park Mi-jin con las manos temblorosas caminaba a los pasos de Jang Ha-ri, sus labios temblorosos delataba su miedo, el machete que sostenia en sus manos estaban por casi caerse, no tenía la fuerza suficiente para levantarlo. De un momento su vista se distrajo a la ventana abierta, desde ahí se podía apreciar el patio grande de la universidad, antes hermosa y verdosa, ahora solo se veía la tierra con cráteres producto de las bombas. Todo era un completo desastre.

Distraída chocó con la espalda de la chica arquera, en ese momento la espada de sus manos se resbaló y sonó estruendosamente en todo el salón. Todos se quedaron estáticos.

Mi-jin sacando maldiciones de su boca lo levantó con rapidez la espada — ¡mierda!

— ¡Mi-jin! ¡cierra tu boca! —le susurró gritando, Su-hyeok.

— ¡carajo, fue accidental! ¿¡ que no vez?! —Ella con su tono habitual levantó la voz, todos sabían cuan estruendosa era su voz.

Los demás a susurros pedían que dejaran de discutir y se callen de una vez; en cualquier momento los zombies les rodearán, o mucho peor; ser descubiertos por los militares.

Nam-ra se sobresaltó, sus oídos agudos escuchó los mismos pasos arrastrarse hacia ellos, sabía que alguien los estaba siguiendo con sigilo.

Ella Inmediatamente los calló — ¡No hagan ruido! —los demás se quedaron quietos en sus lugares.

Nam On-jo se retorció en su lugar, el miedo le invadió — ¡Sabía que esto sucedería, no viviremos, los zombies están en nuestro refugio! —en su mismo lugar daba vuelta, ida y vuelta con total pánico.

— Eres la única que está haciendo que nos descubran —dijo Ha-ri —. Deja de gritar —con su tono despectivo. Agarró el brazo de Mi-jin

                              •••

Mientras tanto Gwi-nam a paso lento y cansado se dirigía hacia ellos guiándose con los simple olores de esos estudiantes refugiados.

Arrastrando sus pies subió por las escaleras, no había nadie en ese salón, Buscó con la mirada si se haban escondido en algún rincón pero no había nadie, pero fue por un solo instante al escuchar un ruido proveniente fuera de la ventana, con una sonrisa se acercó. Abrió bruscamente la cortina de plástico, giró su vista hacia el lado derecho y lo observó ahí a Cheong-san, tenía el rostro sudado con pequeñas manchas de sangre seca, signo de pelea con los zombies y ahora tratando de proteger a sus amigos. El solo atinó a sonreír con su típica sonrisa llena se sangre.

Después de eso tuvieron su pelea, Gwi-nam complacido le mordió el brazo para que así quede infectado, con su fuerza sobre humana lo empujó a ese salón lleno de escombros. Cheong-san se defendía lo mas que podía, trató de darle golpes a Gwi-nam pero este ni se inmutaba por que no podía sentir dolor en esos instantes, entonces este lo tumbó al suelo y quiso hacerlo lo mismo que el lo hizo en la biblioteca, quitarle su ojo, presionó con fuerza hasta lograr reventarle, Cheong-san dió un grito agudo de dolor retorciéndose en el sucio piso, finalmente Gwi-nam lo soltó se giró hacia el otro lado, satisfecho con una sonrisa se lamió su dedo con la sangre de Cheong-san.

Después de tanta pelea entre ellos Gwi-nam escuchó un sonido tan grande y agudo que lo retorció de dolor, con todas sus fuerzas se tapó con sus manos sus ojeras que pensó que en cualquier momento podría sangrar. Cheong-san se dió cuenta de eso, se acercó hacia el y lo miró de frente, decía palabras inaudibles para Gwi-nam por qué solo se concentró en ese sonido horripilante para sus pobres oídos.

Cheong-san llevó sus manos temblorosas  a esas manos ajenas llena de sangre ya casi seca, también trató de taparle para que no oiga nada, apegó su cuerpo contra el otro, pero claro que Gwi-nam no podía pensar en nada además de el sonido con los ojos fuertemente cerrados.

Derrepente escucharon una enorme explosión, y observó como venía el fuego hacia ellos, Cheong-san abrazo a Gwi-nam fuertemente y se tiró a ese ascensor, el fuego los alcanzó pero no al chico más alto, sino fue a Cheong-san que le estaba dando la espalda al fuego llameante y con su cuerpo protegió a ese hombre que lo quitó un ojo hace algunos momentos.

DEFINITELY EVIL LOVE (Lee Cheong-san X Yoon Gwi-nam)Where stories live. Discover now