El príncipe de Slytherin & la plebeya de Gryffindor

Capítulo 16* Vida fantasma

Desperté con el brazo dolorido, me había quedado dormido sobre él, la cabeza me daba vuelas y no sabía si era por el dolor o por el llanto que dejé escapar. Suspiro y me siento. El dolor amenaza con noquearme justo ahora y vuelvo a dejarme caer.

-Oye, Malfoy. -dice una vocecita irritante a mi lado. - parece que alguien tiene resaca...

Me aparto bruscamente de su lado y cae de la cama riendo tontamente. Me enfurece que se haya vuelto a meter así sin permiso, su obsesión me está sacando de mis casillas.

- ¿Pansy? ¿Pero qué demonios estás haciendo aquí? Te he dicho muchas veces que no entres de esa forma.

Furioso me levanto y la cabeza me da vueltas. Me punza y solo un manchón marrón cubre mis ojos. Me hace sentir peor, el dolor es insoportable y siempre lo será. No podré estar ahí cuando caiga para ayudarla a levantarse, no podré hacerla reír cuando lo necesite y no podré verla sonreír cuando lo haga. El corazón se me parte y creo que voy a volver a llorar. Pero me lo impido. Si mi maldita vida de mierda no estuviera como ahora todo sería más fácil. Estoy furioso con ese maldito hombre que me marco de por vida y ahora estoy aquí intentando proteger a alguien que cree que la odio.

Ni siquiera soy consciente de que la muy idiota de Parkinson ha estado hablando durante casi diez minutos sin que la escuche. Salgo de la habitación y echo pestillo mágico al baño para ducharme. Me visto y tomo el brazalete de cuero y plata que tiene grabado una pequeña "H" internamente la acaricio y la oculto con las mangas de la túnica para evitar que mi leona lo pueda ver, en cualquier caso.

Sigo de largo y me dedico a lo mío. Las clases a penas y me importan de todas formas, el imperius hace lo suyo. Me dirijo a la sala de menesteres y veo a ese tarado de Gryffindor siguiéndola. Y ella luce tan distraída y triste que me entran ganas de golpear la pared.

- ¿Malfoy? - me sorprendo al escuchar mi nombre tanto que casi me doy de bruces contra el suelo, pues es su voz la que me llama. Pero entonces sigue hablando. - No, él... está distinto ahora. No sé qué le sucede.

-Mione, creo que está sirviéndole a Voldemort. - eso me pilla desprevenido y me sobresalto. Entonces me pego a la pared y me doy cuenta de que está hablando con Potter.

-Él... no podría. Harry, porque ya no me ame... - su voz se rompe y a mí se me parte el corazón.

Sus voces se apagan y escucho gemidos que se entierran en mi como dagas. No soy capaz de escuchar más pero tampoco de moverme.

- ¿Mione, no crees que por eso pudo... haberte dejado?

Me atraganto y cubro con mi mano la boca, intentando pasar desapercibido.

- Pero ¿qué dices? Él no me ama, Harry. Eso es todo. Se canso de mí. Ya no pudo más. Con tantos secretos, mentiras, en algún maldito punto se tenía que acabar. Simplemente no debía ser por siempre. – Su voz se va apagando conforme habla.

Esas palabras resuenan en mi mente y echo a correr incapaz de pensar. No sé qué es peor, que piense que no me importa y que estoy cansado de ella o que algo le pase. Es egoísta pero no puedo con el dolor.

El tiempo paso y los días fueron más o menos iguales. Monótonos, difíciles... duros. Iba avanzando con el proyecto. Iba sin vida por los pasillos evitándola. El peso que cargaba era tal que un día fue imposible soportarlo y me deje ir. Lloré sin más y fue el día que Potter me ataco. Entonces ella vino a buscarme...