- ¿Realmente crees que quiera casarse contigo?.- Preguntó el castaño
- Tiene que hacerlo, si no, lo obligaré.- La sonrisa del pelinegro se hizo presente en su rostro.- A fin de cuentas es su reino el que está en peligro.
Donde Jimin escapa de su ho...
- "Dice estar muerto pero llora con ciertas canciones y se conmueve al filo de un libro. Él no está muerto, sólo está infinitamente roto."
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Jimin ejercía fuerza en la mano que tenía a Daehyun mientras evitaba soltarse del delicado toque del pelinegro. Aquel inesperado ataque fue una sorpresa para todos, incluyéndolo.
Con su pequeño cuerpo empujaba brusco a los pueblerinos que evitaban su cercanía a Yoongi y Jisoo. Un duro golpe en su estómago hizo que por inercia suelte al pelinegro y lleve su mano a la parte del dolor, al instante se arrepintió de aquello cuando alzó el rostro y dió con la mirada de Yoongi quién trató de volver a cogerlo pero los soldados y personas evitaban aquello.
Intentó volver con el pálido y la otra menor, pero un brusco y fuerte jalón en su brazo hicieron que caiga al piso junto a Daehyun perdiendo el conocimiento al ser pateado intencionalmente en la cabeza y estómago.
. . .
El cuerpo de Jisoo se aferraba con fuerza y miedo a su tío, quién simplemente mantenía su mirada fija al valle del lugar en el que estaban unos kilómetros más adelante del pueblo.
Había mandado llamar a Namjoon, y Yoongi sabía que probablemente ese lugar sería su lecho de muerte.
El pelinegro pensó en miles de escenarios para Jimin y su sobrina, pero quería simplemente aferrarse a la idea de que estaban bien, una idea en la que el rubio sería tan inteligente y pondría su vida y la de Daehyun a salvo del peligro.
El ruido de los caballos a la distancia confirmó la llegada de su mejor amigo, o asesino. Iba a aceptar su destino porque sabía el error que había cometido al no coger con fuerza a Jimin, o siquiera insistir más para volver por ellos, pero lamentablemente no había vuelta atrás.
El destino estaba fijado para cometer su propósito, no para cometer el suyo.
- Min, ¿Donde están mis hijas?.- Preguntó Namjoon con seriedad y enojo acercándose amenazante a Yoongi.
El pelinegro simplemente dejo que el puño en su rostro impactara con fuerza, tampoco había motivo para evitarlo, se lo merecía y lo sabía.
El castaño se había enterado de la situación gracias a los soldados que llegaron al palacio requeriendo su presencia en el pueblo.
- Te pregunté donde mierda están mis hijas!!- el eco resonó por el valle causando un pequeño grito por parte de la menor quién se había escondido tras de su tío sin ser vista por su padre.- Mi amor, mi vida, ¿estás bien?- Namjoon se acercó y la abrazó con fuerza, aferrándose del pequeño cuerpo.
- Pa-papi.- Jisoo rompió en llanto causando que el corazón de Yoongi se oprima y el enojo de Namjoon crezca.
- Ya mi amor, todo está bien, volveremos al palacio y pintarás un lindo retrato para papi Jin, ¿Que te parece?.- Namjoon trataba de controlar el llanto de su hija con chantajes aunque sabía que estaba mal.