𝐱𝐱𝐯. 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚

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- ¿recuerdas esa vez que McGonagall nos regañó? - lo peor de caminar por las calles en busca de la tienda que necesitaba, era tener que soportar a mi madre hablar y hablar de sus mejores momentos a un lado de Remus

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- ¿recuerdas esa vez que McGonagall nos regañó? - lo peor de caminar por las calles en busca de la tienda que necesitaba, era tener que soportar a mi madre hablar y hablar de sus mejores momentos a un lado de Remus. Lo peor de todo es que, el estaba feliz y eso no me molesta, yo entiendo que el puede tener una linda amistad con otras personas pero vamos, no deja de ser incomodo.

- ¿cuál de todas? gracias a ti me castigaron tantas veces que afecto mi récord. - Remus ríe y me nace poner los ojos en blanco. Es ahí donde Sirius se detiene y deja de caminar y yo por igual.

- ¿qué pasa? - le pregunté.

- ya se lo que pasa. - lo miré con el ceño fruncido. - se lo que sientes respecto a Remus.

- ¿lo sabes? - en ese mismo momento, Remus voltea hacia atrás para checar si seguíamos junto con ellos y al ver que nos quedamos atrás, veo que se detiene un poco pero mi madre toma de su brazo y lo lleva a la cafetería.

- si, te molesta el que se lleve tan bien con tu mamá. Me acuerdo que alguna vez me lo dijste, que se la vive en tu casa y te molesta eso. - suspiré aliviada. - pero ay vamos, no pasa nada. Deja que tu mamá este feliz.

- lo hago. - me crucé de brazos molesta ante ello. - ella puede hacer lo que quiera con su vida. - y yo con la mía.

- descuida, vamos a conseguir lo que necesitas. - asentí con la cabeza y ambos seguimos caminando. Es una lastima el que no pueda pasar mi tarde con Remus pero también se vería de lo mas obvio el que si estuviéramos juntos hoy así que, no me queda mas que aceptarlo. - ¿qué ocupabas?

- quería hacer un vestido.

- claro, en invierno es la mejor prenda de todas. Con este frío, mucho mas. - le di un codazo y ambos reímos. - que increíble, no sabía que supieras hacer ropa.

- bueno, no lo se del todo, apenas estoy aprendiendo. - empecé a emocionarme una vez que hablé del tema. Como siempre, casi nunca nadie se interesa en lo que tengo que decir respecto al tema. - entonces me gustaría comprar telas y una maquina de coser.

- perfecto. - dice una vez que se detiene enfrente de una tienda. - esta parece ser de telas.

- perfecto. - repetí y reí ante ello. Entré a la tienda con mucha emoción y ambos caminamos por los pasillos de todos los colores posibles por todas las telas montadas. - wow, quisiera todas. - reí.

- ¿has hecho alguna pieza antes?

- un suéter. - sonreí ante ello al recordar que fue para Remus. Aunque no le quedó, espero pronto poder regalarle uno de su talla. O la bufanda que me ha pedido. - de hecho, la novia de Chuck es quien me enseñó a tejer.

- ¿puedo preguntar por qué no funcionó lo tuyo con Chuck?

- oh, um... - me rasqué la nuca nerviosa. - no lo sé, supongo que era algo que ambos queríamos que sucediera por la mera costumbre pero, no. Nunca desarrollamos mas sentimientos aparte de la amistad. - al menos eso de mi parte. - y Sarah es fabulosa.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘 𝐎𝐅 𝐔𝐒 - 𝐑𝐄𝐌𝐔𝐒 𝐋𝐔𝐏𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora