Parte 4 manos llenas de sangre

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Mierda, solo espero que los de Zehurs sepan contrarrestar esta clase de cosas. Sonidos de armas y soldados en marcha suenan. La brecha se hace cada vez más grande. Es mejor que me retire a informarle acerca de esto a los del pueblo.

Sonidos de caballos galopando a toda velocidad se escuchan. Gritos de guerra junto con el sonido de armaduras y espadas desenfundando hacen que los soldados se percaten de la presencia de los nativos de este mundo.

El hombre de la gabardina lleva sus manos a su espalda en una pose de confianza. De una orden en un idioma que no conozco. Solo pido a Dios que no sea alemán.

Soldados se forman en una fila apuntando sus armas a los caballeros que cargan con gran furia hacia ellos. Una orden se escucha. Los soldados disparan indiscriminadamente derribando a hombres y mujeres por igual.

Ellos se percatan de esto. Ellos comienzan a formar un escudo con magia. Las balas son repelidas con gran facilidad dejando paso al avance de los caballeros, mientras que los soldados no dejan de disparar.

El hombre de la gabardina ni se inmuta, todo de pronto comienza a ser un completo caos. Los caballeros están a diez metros de ellos. De pronto una explosión se hace notar en medio de la fila de los caballeros. Eso sonó a un mortero. Atrás de la fila de soldados hay dos hombres con morteros cada uno. Disparan cargando ese gran tubo metálico apuntando hacia el cielo.

¿Acaso ellos ya sabían a lo que se enfrentarían? Eso o solo quizás son estúpidamente buenos en lo que hacen.

De pronto uno de los caballeros negros que enfrente cuando llegue se lanza al ataque, se alzó 10 metros en el aire desenfundando dos espadas y haciendo un grito temible de guerra comienza a hacer su matanza.

Los soldados no saben cómo actuar con una persona con una velocidad semejante a la de una chita y con una fuerza totalmente sobre humana.

Decapitando y mutilando el caballero negro rompe las filas de los soldados. Uno de ellos dispara su arma a él. Las balas solo rebotan en su armadura. El caballero se percata de los disparos. Lanza su espada izquierda hacia el atacante atravesándolo u en un segundo recuperar de nuevo su espada sacándola y con la misma decapitando al soldado.

Cuatro más se acercan por todos sus flancos. El da un corte circular en área con las dos espadas cortando las piernas de sus atacantes. Ese hombre seguro era más fuerte que Arturo y aquel hombre musculoso que enfrente, no recuerdo su nombre en este momento.

Los demás caballeros penetran las filas de los soldados, pero aun que son notablemente fuertes no lo son tanto como el caballero negro. Ya que algunos recibían de lleno los disparos de los soldados. En la mayoría de las ocasiones los caballeros morían por disparos a la espalda.

Aun que los soldados morían por igual. Algunos magos arrojaban hechizos de diferentes tipos matando soldados. Sigo en el árbol observando, pero me percato de algo.

Cuatro hombres vestidos con ropa de camuflaje vienen a mi dirección, cargan rifles de francotirador. Perece que yo también tengo que poner de mi parte. De todas formas, no son aliados así que estoy en toda la libertad de matarlos.

"Tienen mala suerte, amigos" dije para mis adentros.

Uno de ellos se pone en posición justo debajo de mí. Antes de que siquiera logre ocultarse completamente me arrojo a su espalda, tomo su cabeza con ambas manos y con un movimiento violento giro su cabella rompiendo su cuello.

Los otros dos se posicionaron un poco más alejados, por eso no se dieron cuenta de mi presencia. Ya estaban apuntando hacia la multitud de soldados y caballeros.

Silente me acerco n hasta el primero de ellos. Con el filo de la mano golpeo las cervicales del francotirador tomo la parte trasera de su cuello y con los nudillos hundo su tráquea con un golpe. El sujete cae sujetándose su cuello con una sola mano, mientras extendía la otra hacia mí. Como por reflejo de combate.

El Primer Guardian Where stories live. Discover now