Capitulo 3 como ella

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Luo Binghe no recordaba cuando las noches habían sido así de largas, no sabía si habían pasado horas o solo minutos, pero parecía una eternidad el esperar. La poca luz del exterior se había ido y el joven de ojos plata no regresaba, Luo no sabía si sentirse aliviado o nerviosos, no estaba esa persona de lo hacía tener la guarda alta debido a que no confiaba en él, era un completo desconocido, pero esa persona no le había hecho daño, curaba sus heridas y se preocupaba de que tuviera algo de comida, si es que las viejas raíces secas contaban como comida, pese a solo llevaban un par de días viviendo en la misma cueva ese chico le había mostrado más amabilidad que todos los discípulos de Cang Qiong.

El tiempo seguía pasando y el frio se volvió más notorio, Luo Binghe solo quería descansar, pero ¿porque sus pensamientos no le permitían? Ese chico era un desconocido, pero le brindo ayuda estando en esa terrible situación, no conocía la situación en la que se encontraba ese joven, pero al estar atrapado en ese lugar de muerte no era muy bueno, a los ojos de Binghe ese chico era alguien de alma puro, como lo fue él antes de Cang Qiong, binghe ya no quería confiar en nadie, muchos se aprovecharon de su bondad y solo lo lastimaron, solo una persona le ayudo y le extendió la mano pese a que ayudar a ese pobre niño significaría una carga, eso hiso pensar a Binghe que ese chico de ojos plata le recordaba a su madre, pese a la situación caótica que se encuentra no dudo en ayudar a un extraño, curar sus heridas y darle de la poca comida que tenía, incluso si binghe lo había lastimado esa persona no le reprendió, le dijo que estaba bien pese a que la sangre le brotaba de la frente, de cierta forma Binghe también se reflejaba en ese chico, o más bien la versión más joven de él, la reflejaba en el chico.

Binghe se levantó del montículo de paja y camino a la entrada de la cueva.

- No te recomiendo salir, es peligroso no poder ver nada y sigues herido. Meng Mo comento para detener el paso del menor.

- Pero él no vuelve.

- ¿Y quieres salir a buscarlo? ¿Si sales y el vuelve que crees que pase? Quédate adentro.

- Está bien. No quería discutir con el demonio y regreso al montículo de paja, se recostó y se dispuso a dormir, pero el sueño nunca llego.

Las horas pasaron y la luz del día comenzaba a entrar a la cueva, provocando que el corazón herido del menor le doliera por la preocupación, pese a que se repitiera una y otra vez que no debía preocuparse por otras personas solo por sí mismo, el recuerdo que esa sonrisa y esos ojos plata apagados hacen que se cuestionara si ser egoísta y ver solo por su propio bien o preocuparse por ese joven, el confiar en otras personas lo había lastimado tanto y ese dolor no se borraría fácilmente así que por que volver a cometer el mismo error.

Un ruido hizo que Binghe detuviera su pensar y observó la entrada percatándose de que el joven al fin había regresado, el menor se sintió como un idiota por preocuparse y atormentarse a sí mismo así que se volvió a girar dándole la espalda.

- ¿Cómo sigues? ¿ya estas mejor? Wei Ying no sabía si el menor le respondería, pero al menos quería saber si este estaba bien.

- Mhm. Ese simple sonido hizo que Wei Ying se sintiera más relejado por lo que se dispuso a salir de nuevo de la cueva.

- Iré a buscar algo de comer, espero encontrar algunas raíces. Y así el mayor se fue dejando a Binghe solo en la cueva de nuevo.

- Te preocupaste por nada. Fue el simple comentario que soltó el demonio.

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El pequeño loto del patriarcaWhere stories live. Discover now