Dein Immer

42 2 0
                                    

La mañana llego como siempre, abrio sus ojos con algo de pereza viendo una cabellera castaña. Quiso levantarse, pero el dueño de esa melena se giró acurrucándose a su cuerpo, una sonrisa se dibujó en su rostro. Con sumo cuidado acomodo a su hermano menor para no despertarlo, vio los futones en el piso donde vio a sus primos aun dormidos.

En silencio, Kagaho salió de la habitacion para asomarse a la de sus padres, quienes aún dormían; cerró la puerta con cuidado para ir a la cocina a preparar el desayuno cuando

- Kagaho, buenos dias

- Buenos dias Mime-san, ¿a qué hora volvieron?

- Pasada la una de la mañana – sonrio – en un momento preparare el desayuno

- Déjeme ayudarlo, por favor

- Bien, yo preparo el desayuno y tu pon a hervir el agua

El pelinegro asintio, a los pocos minutos, Thol entraba con verduras

- Kagaho, buenos dias

- Buenos dias, Thol-san – contesto sin muchas ganas

- ¿Pasa algo? – viéndolo serio para luego suspirar – estas así desde que el joven Heinstein vino

Pero Kagaho solo bajo su mirada, al mismo tiempo que miraba la pulsera dorada

- Le hiciste una promesa y pero no sabes de que se trata, ¿cierto? – Mime lo miraba serio

- ¿Cómo lo...

- Esa pulsera, es demasiado fina y sabemos que el general Lincer, aunque puede, no te daría regalos tan finos – el menor apreto sus puños – deberías hablar con tus padres, quizá ellos sepan que decir

- Hermano... - apareció un somnoliento Tenma – tengo hambre

- En un momento mono

- Buenos dias – saludaron los mellizos

- Buenos dias – respondieron los adultos

- ¿Mis tíos siguen dormidos? – pregunto Hyoga

- Si y es probable de tío Camus tambien – respondio Kagaho

- Bueno, ¿hay algo en lo que podamos ayudar?

- Hay que poner la mesa, despues debemos abrir la tienda – hablo Mime

- Buenos dias niños – apareció Izuna – Mime, Thol

- Buenos dias mamá

- Buenos dias tío

- Buenos dias Izuna, el desayuno está listo

- Perdón por levantarme tarde

- Está bien – sonrio Mime

Luego del desayuno, los chicos se pusieron a limpiar la casa, mientras Izuna y Mime limpiaban y acomodaban la tienda, Thol revisaba las siguientes entregas. Aioros tardo en levantarse, justo a tiempo para saludar a Saga y Camus, quienes iban por sus mellizos. Por un momento Kagaho pensaba en decirle a sus padres acerca de la pulsera, pero no se decidía, al menos hasta saber porque la habia recibido.

Un nuevo día llego, el batallón Taurus entrenaba como siempre pero mientras tomaban un breve descanso, Kagaho estaba sentado apartado de sus compañeros mientras seguia observando la pulsera... observaba especialmente el grabado: Dein Immer.

- Linda pulsera, en especial el grabado

- Alberich

- ¿Es un regalo de tu padre a tu madre?

Memorias de un TaikomochiWhere stories live. Discover now