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Capítulo 57 "Padre e hijo"

Yuan Xi y Lance permanecieron en silencio durante mucho tiempo antes de retirar amablemente el grupo de algas para revelar la criatura que había debajo.

Era una sirena pequeña y regordeta con una cola plateada y ojos morados, cuyo sexo era indistinguible.

Fue entonces cuando se dieron cuenta de que la sirenita había quedado atrapada por las algas porque tenía una herida punzante desde el hombro izquierdo que bajaba por su redondo cuerpo hasta la cola, una herida tan grave que nadaba lentamente.

"Es una herida hecha por el hombre". Yuan Xi miró la herida sin curar y percibió un ligero y repugnante olor.

La sirenita trató de forcejear mientras él lo sostenía en sus manos, pero estaba malherido, aún sangraba por sus heridas, y luchaba antes de pedir ayuda a sus parientes, y ahora había perdido las fuerzas.

"¿Qué hay que hacer?" preguntó Lance.

Las sirenas no eran realmente una raza bondadosa, y no tenían ningún sentido de la simpatía por los débiles. Quizás en las grandes ciudades en tierra como Venten, donde sirenas y humanos vivían en armonía, la mente de las sirenas se acercaría gradualmente a la de los humanos, volviéndose sentimental y emocional. Pero Lance, que llevaba más de una década viviendo en la isla de Galhae, obviamente no había sido "educado" de ninguna manera.

Yuan Xi se quedó mirando a la pequeña sirena de metro y medio, cuya mitad superior era como la de un niño humano, blanca y regordeta, suave y blanda, con un hermoso rostro, unas finas orejas con aletas que aún no habían crecido del todo y unas suaves escamas que cubrían sus antebrazos en forma de raíz. La mitad inferior del cuerpo también es gorda, con una aleta caudal casi transparente, que junto con la aleta caudal sólo mide unos treinta centímetros.

"¿Alimentarlo con alguna medicina y liberarlo de nuevo?" Lamentablemente, aunque Yuan Xi pensó que la sirenita era algo linda, eso no impidió que le cayera mal.

Lance echó un vistazo a la herida sangrante de la sirenita y estuvo de acuerdo.

Si se dejaba que la sirenita siguiera sangrando, temía que, si se le liberaba, muriera por pérdida de sangre incluso antes de ser capturado.

Los dos llevaron a la sirenita al interior, y la sirenita no tuvo miedo, sino que miró a su alrededor con curiosidad en sus grandes ojos morados porque estaba en un entorno extraño.

"Es tan suave ......", comentó Yuan Xi mientras apoyaba a la sirenita en el regazo de Lance para que lo tratara con el dispositivo de curación portátil, y Lance sintió la suavidad de la sirenita en su regazo.

Yuan Xi estaba a punto de preguntarle si le gustaba, y si lo hacía podían quedárselo, cuando oyó a Lance decir: "Creo que podría pincharlo con un dedo".

Yuan Xi: "......"

La herida de la sirenita era bastante profunda, y aunque las sirenas son muy fuertes para curar, las sirenitas siguen siendo pequeñas y tienen un bajo poder de autocuración después de todo. Lo que realmente molestaba a la sirenita era en realidad el veneno de la hoja afilada que le había herido. El olor de este veneno era el mismo que el que había atacado inicialmente a Yuan Xi y a Lance cuando estaban en Lutherland, ambos impedían que las heridas de la sirenita se curasen por sí solas, así que si querían que la sirenita se recuperase rápidamente, tendrían que deshacerse del veneno por él primero.

"No sé si el vicedirector llevó el veneno a la investigación para desarrollar un antídoto, pero de todas formas no tengo ninguno aquí, o, en su defecto, esperar a que su cuerpo lo metabolice de forma natural". Dijo Lance.