plum // jiminjeong/winrina [f]

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⚠️Contenido sensible⚠️

¿Qué ha sido lo más asqueroso que haz visto en tu vida? Pudieron ser demasiadas cosas. 

Para Aeri y Yizhuo, fue ver un río de sangre, cuyo nacimiento empezaba desde una roca cercana, y detrás de esta, un cuerpo sin vida y totalmente pálido, con un olor a ciruela y sus intestinos de fuera. 

Luego de haberse separado estratégicamente para hacer que la pequeña familia llegara lo antes posible al lugar y evitar a toda costa llamar mucho la atención como un grupo grande, se habían encontrado con aquello, eso no les dio buena espina. Yerim había caído dormida nuevamente gracias al calor abrasador del sol que golpeaba contra sus cuerpos, una buena suerte que pronto terminaría.

Decidieron alejarse lo más posible del área y caminar un poco más cerca de la carretera, para evitarse muchos obstáculos que les dificultaban el pase fácil y rápido. Sabían que no tenían mucho tiempo antes de que el sol se ocultara, después de todo el lugar "cercano" no era tan cercano como lo esperaban, y menos cuando tenías que detenerte cada cierto tiempo para descansar los brazos después de cargar a tu hija dormida todo el camino.

En su quinto descanso pararon bajo un árbol frondoso que las protegía del calor asfixiante, todo parecía ir tranquilo, Yerim había despertado y ahora estaban merendando algo mientras se hidrataban lo suficiente. 

Un sonido alertó en su totalidad a Giselle. Este provenía del bosque y eran como pisadas, lentas y pesadas; creyó que quizá era una paranoia suya, después de todo, estar en ese tenso ambiente todo el tiempo le costaba mucho a su salud mental. Igualmente no apartó su mirada del bosque.

Cuando terminaron la merienda reanudaron la caminata, Yerim iba tomada de las manos de ambas mujeres, ella iba en medio y sus mamis la protegían de todo. La niña parecía incluso divertida, quería balancearse, pero sus mamis le explicaron que no podía hacer mucho ruido porque estaban jugando a las atrapadas con otras personas, no quería que sus mamis perdieran por culpa suya.

Un ruido un poco más sutil fue escuchado por los agudos sentidos de la pequeña Yerim, quien sin pensarlo giró su cabeza para mirar lo que había a sus espaldas. Era un hombre.

—Uh, mamis.. creo que nos atraparon—Lo soltó con tal inocencia que se asustó en cuanto su madre Ning la cargó en brazos y comenzaron a correr.

Gracias a la posición en la que se encontraba podía ver lo veloz que era el señor y que rápidamente las alcanzaba, una inexplicable sensación le lleno el cuerpo y su cerebro solo le ordenó que llorara, estaban en peligro. Su oído derecho podía escuchar la pesada respiración de su mamá Gigi y de su lado izquierdo escuchaba lo mismo, pero de parte de su madre Ningning.

Al hombre se le sumó otro más y juntos comenzaron la cacería del día. No tenían más armas que sus propias manos y su sola actitud podría compararse con la de un animal rabioso y hambriento.