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Kirishima se despertó por la sensación de algo que le hacía cosquillas en la nariz. No tardó en darse cuenta de dónde estaba.

Tras haber terminado la serie, habían descubierto que había una película, pero a esa no llegaron hasta el final. El primero en caer fue Bakugô, que había apoyado sin darse cuenta su cabeza en el hombro del pelirrojo el cual casi chilla por la sorpresa. Decidió no despertarlo y continuar viendo la película, pero también cayó rendido ante la comodidad y lo cálido que se sentía el cuerpo de Bakugô relajado con el suyo.

Volviendo al presente, Kirishima bajó la vista y la vista lo dejó helado.

Lo que le hacía cosquillas, no era nada más ni nada menos que el pelo de Bakugô, el cual estaba literalmente tirado encima de él, con un brazo rodeando su torso casi posesivamente. A Eijirô se le olvidó como respirar, y su cara no tardó en ponerse rojo como su cabello.

Ok, lo mejor sería despertar a Katsuki, ¿no? aún no había sonado la alarma para ir a clase, pero necesitaba ir a su habitación a por ropa. Si Bakugô se enfadara y le lanzaba una explosión, su quirk le ofrecía ventaja.

No se hable más.

-Oye, Bakugô...-Kirishima habló suavemente mientras lo zarandeaba- es hora de despertar, hermano...

El rubio se apartó de Kirishima y empezó a estirarse sin estar del todo consciente todavía. Al pelirrojo la escena se le hizo cómica y adorable a partes iguales, era como ver a un gato quejándose tras una siesta.

-¿Qué hora es? -preguntó la voz ronca de Bakugô.

-Las siete y diez. Tenemos tiempo de sobra para ir a clase -respondió el otro.

-Fuera de aquí, entonces -a pesar de ser brusco el tono adormilado de su voz no era amenazante, de echo Kirishima no pudo evitar reírse.

Grave error.

Bakugô se incorporó rapidamente con una mirada de muerte.

-¡¿HAH?! ¡¿DE QUÉ MIERDAS TE RÍES?! ¡TE MATARÉ!

Seguidamente lanzó una explosión hacia el rostro de Eijirô el cual ya había endurecido su rostro, así que fueron como cosquillas.

Aprovechando el humo y el corto rango de visión, Kirishima agarró las manos de su oponente y tiró hacia atrás para inmovilizarlo. Cuando la ceniza se disipó Bakugô estaba confundido y enojado a partes iguales. Trató de zafarse desesperadamente, pero el agarre del contario era de hierro.

-¡Suéltame pelos de mierda! ¡Te...te mataré! -Kirishima vio que Katsuki estaba amenazando pero se le notaba agobiado, incluso...¿asustado?

Kirishima soltó al rubio, el cual se separó rápido frotándose las muñecas.

-Lo siento, ¿estás bien?

-No me gusta que me agarren -gruñó el otro.

Kirishima conectó cables y...oh, mierda, Kamino, el festival deportivo...Era obvio, mierda, la ha cagado.

-Oh dios, mierda, lo siento, debería haber sabido que tú...

-Está bien.

-No, no lo está, te podría haber hecho daño, no he respetado tus límites y yo...

-Da igual, estoy acostumbrado...-mierda, eso se le había escapado.

-¿A qué te refieres? -indagó Kirishima.

-Nada, olvídalo. Fuera de aquí, vamos a llegar tarde, idiota.

...

Tras una hora de higiene básica, Kirishima salió de su habitación encontrándose a Bakugô apoyado en la pared mirando distraídamente su móvil.

Sin decir nada más, se dirigieron juntos hacia los dormitorios. Normalmente el pelirrojo posaba un brazo alrededor de los hombros de Bakugô, pero después de lo de la mañana le daba miedo tocarlo.

-No seas idiota, no estoy hecho de vidrio -se quejó el rubio, como si hubiera estado leyendo sus pensamientos.

-Oh...¡Sí! lo siento, hermano, pero realmente me asustaste esta mañana.

-Fue una tontería.

-Si algo te molesta o asusta, no es una tontería. Si dices que no, debería ser suficiente para parar. No son tonterías -dijo Kirishima más serio. Bakugô aparto la mirada avergonzado.

-De todos modos, no me molesta... -gruñó por lo bajo y Eijirô comprendió a lo que se refería. Pasó su brazo por los hombros del contrario sonriendo dulcemente.

-Quién diría que Katsuki Bakugô era cariñoso...

-Te mataré...

-Si lo fueras a hacer ya estaría muerto.

-¡Idiota!

Superando miedos/ KiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora