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-¿Cómo estás esta semana? ¿Algo que comentar en especial? -su psicóloga sonrió.

Sinceramente no le apetecía mucho hacer esto hoy, empezó a salir con Kirishima ayer y quería pasar el día con él.

Pero prometió intentarloz asíque resistió la tentaciónde decirle a esta señora que no era asunto suyo.

-Yo...no sé si la medicación funciona todavía, no he tenido ningún ataque de pánico -murmuró a regañadientes.

-Eso es bueno -habló ella- ¿hay algún cambio en tu rutina que haya ayudado?

Estar con Kirishima

-Pasar más tiempo con una persona -sí, se estaba sonrojando y odió la sonrisita curiosa que puso la mujer.

-No obligo a los pacientes a contarme cosas, pero dado tu dificultad para comunicarte y socializar, me gustaría que hablaras de ello -empujó suavemente.

-Yo...estoy saliendo con alguien.

-Me alegra mucho por ti, de verdad. ¿puedo saber de quién se trata?

-Kirishima -reconoció avergonzado. Se preparó mentalmente para el golpe cuando le dijera que era demasiado para él, hasta que se acordó que esta era su psicóloga y que no podía insultarlo.

Al contrario de lo que le creyó le dedicó una suave sonrisa y en realidad no parecía sorprendida en absoluto.

-Genial, te va a venir muy bien estar con él. Y a él estar contigo. Ese chico es excelente en la comunicación y creo que es maravilloso. De corazón, espero que os vaya bien.

No sabía como expresar que no estaba de acuerdo con que era una buena compañía para Kirishima, pero lo dejó pasar y lo agradeció en silencio.

-Es lo que sea.

...

Se tiró en la cama de Kirishima en cuanto llegó y este de inmediato le prestó atención.

-¿Qué tal en terapia?

-Agotador-siempre lo era hablar de sus sentimientos.

Seguidamente notó como la mano del pelirrojo empezó a acariciar su pelo suavemente.

-¿Quieres hablar de ello?

-Me preguntó por mierdas de la medicación y le conté sobre ti -contestó avergonzado.

-Oh...oye, está bien si no quieres ir anunciando nada, sé que no es fácil salir del armario.

-No me preocupa que sepan que salgo con un chico -aseguró el rubio.

-¿Entonces...?

-El problema no es que sea un chico, esl problema es que...soy yo.

-No te sigo.

-Eres bueno, amable, gentil, cariñoso, atento, adorable, guapo y yo... ¡yo no soy nada de eso! -explicó exasperado.

Notó a Kirishima tomarlo de los hombros y mirarlo directamente a los ojos.

-Katsuki, eres una buena persona. Quizás te cueste exteriorizarlo pero cualquier persona que te conozca sabe cuanto te estás esforzando, ¿vale? -el pelirrojo tenía los ojos cristalizados.

Bakugô asintió mordiéndose el labio aguantando las ganas de llorar y temblando hasta que Kirishima lo atrajo a un abrazo.

-No digas más cosas malas de ti y más aún cuando no son ciertas -el contrario asintió desde el pecho del otro.

Se separaron tras un instante y se miraron a los ojos.

-¿Pueso besarte? -preguntó Kirishima.

-No tienes que preguntar siempre -murmuró el otro.

-Lo voy a seguir haciendo -respondió haciendo que Bakugô rodara los ojos.

-Puedes.

El pelirrojo puso una mano suave en su mejilla y se inclinó para besarle, haciendo que el corazón de Katsuki se hinchara.

Cuando se separaron por falta de aire, Kirishima me estaba mirando como si...como si fuera algo bonito, algo que mereciera la pena ver. Y estaba tan poco acostumbrado pero tan cómodo que no pudo evitar caer ante esa mirada.

-Yo...te quiero -respiró Eijirô- no hace falta que tú lo digas, pero quería que lo sup...

-Yo también te quiero.

Sonrió suavemente para abrazarse de nuevo. Y así, simplemente se durmieron abrazados.

Abrazados sin saber lo que les deparaba el día siguiente.

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Adivinad lo que va a pasar la semana que viene :)

No se si os está gustando el ritmo que sigue esto desde que están juntos, opinad vosotrxs.

Superando miedos/ KiribakuTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon