seis

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¿Extrañaba esa personalidad juguetona de Jisoo? Sí, y se atrevía a decir que la amaba.

Una mano suya se dirigió a la cabellera de la otra para fijarla en su entrepierna y que siguiera acariciando su clítoris con sus labios de esa forma suave, de esa forma que anhelaba y soñaba, la forma tierna en que lo hacía, pero que rozaba con la brusca.

Chaeyoung gimió más alto, aferrándose a las cobijas color perla de Jisoo, e intentó cruzar sus piernas, pero las fuertes y grandes manos de la pelinegra lo impidieron, haciendo a la otra quejarse, abultando sus labios, arqueando su espalda.

La otra sólo se acercó a besarla, sonriendo, separando sus piernas de nuevo porque se metió entre ellas, haciendo a la otra sentir de su dureza, y en sus labios, sentir su propio sabor mientras sus lenguas se entrelazaban, se acariciaban, se juntaban, como su intimidad.
La menor gimió al momento de volver a sentir la dureza de la otra rozar contra su coño que estaba goteando, haciendo a la otra gruñir, volviendo a frotarse.

—¿Sientes lo dura que estoy, Rosie? Y ni me he bajado los pantalones... me pones así, Rosie, con sólo un toque—se bajó a besar su cuello pero antes, se acercó a susurrar—me podrías tener a tus pies, aún sin proponértelo me tienes, Chaeyoung, me tienes a tu merced.

Esa lenga acarició su cuello, justo detrás de esa oreja, y suspiro, inhalando ese hombro lleno de perfume. Suspiró, volviendo a dar una pequeña embestida aún con ropa, frotando con fuerza, causando un vaivén entre ellas. Relamió sus labios antes de atacar su cuello con besos húmedos, cargados de algún sentimiento que Chaeyoung sintió mientras la aferraba más a ella, suspirando, gimiendo bajo.

Gimió más alto cuando sintió que la otra la mordió, para gruñir de nuevo y separarse de forma brusca.
Se iba a quejar hasta que notó cómo la mayor comenzó a quitarse el cinturón de una forma absurdamente rápida, cómo desabrochó su pantalón para bajarlo junto a su ropa interior, y dejar libre a su polla.
Esa polla que rebotó de una forma esplendida, casi brillando por la cantidad de líquido pre-seminal que soltaba, dejando ver a la rojiza punta, dejando ver cómo poco a poco bajaban más gotas de ese líquido.

Mordió sus labios, sonriendo, cuando vio a la otra comenzar a bombear su polla para un hecho que ya estaba listo desde hace tiempo. Estaba tan dura que Chaeyoung podría verla erecta, y juraba que podría sentirla por sólo verla. Se sentó sólo para acercarse y bombear la cabeza de la polla de la otra, haciéndola gemir, quejarse, y removerse, aguantando algo.

Relamió sus labios y la empujó, metiéndose entre sus piernas, viendo el coño de la menor, que goteaba, que expulsaba fluidos, lubricándola sin cansancio. Cerró sus ojos mientras habló, porque sabía que si la seguía viendo, no se resistiría a meter todo en ella y follarla como quería desde hace meses.

Tragó saliva.

—¿Sigues tomando las pastillas?

—Obvio, claro que sí— Chaeyoung se acercó más, tomando la punta de la polla de la otra para ella misma meterla a su palpitante coño, pero escuchó la otra voz hablar.

—¿Quieres que vaya a comprar condones? ¿Cómo quieres hacerlo, Chaeyoung?—la otra se acercó a besarla, volviendo a juntar sus labios haciendo en la habitación casi sorda, llenarla de humedad, de fricción, haciendo sus labios chocar repetidas veces. Jisoo se arrodilló más para besar más fuerte a la menor, pero esta la empujó para acostarla.

Sólo sonrió, comenzando a empapar la dureza de la otra con su coño, frotándose, jugando un poco. Habló.

—Tomo las pastillas, Soo— la otra sólo sostuvo su cadera, acariciándola, apenas hablando.

—Pero... no quiero que todo cai— gimió alto cuando sintió cómo la otra básicamente tragó su polla, cómo logró en ese trazo de tiempo hacer que su polla se perdiera, siendo totalmente consumida por el coño de la menor. Jisoo alzó sus caderas, infló sus mejillas y trató de apretar las caderas de Chaeyoung, pero éstas comenzaron a moverse de una forma rápida, dando pequeños brinquitos sobre la polla de la mayor.

Y Dios, la otra exhaló pesado cuando sintió cómo comenzó a menear sus caderas, cómo la escuchaba gemir de una forma alta mientras daba brinquitos para volver a caer, cómo relamía sus labios, los mordía hasta dejarlos prácticamente rojos, hinchados, cómo el sudor recorría su cuerpo de una forma mágica, haciendo que algunas partes de su cuerpo brillara.

Jisoo nunca podría tener suficiente eso. Como pudo, se recargó contra su cama, una mano se dirigió a la mejilla de la otra, mientras la izquierda seguía en la cintura de la otra, pero habló.

—Te extrañé, Rosie.

La rubia no era una fánatica de las pláticas en la cama, menos en el buen (excelente, grande, fantástico) sexo que era tener con Jisoo, pero paró, sonriendo.—Que lo digas de esa forma parece que sólo extrañaste mi coño.

Dijo mientras daba un leve meneo de caderas, haciendo a la otra gemir, pero negó, divertida.

—Chaeyoung, Chaeyoung, oh Chaeyoung, extrañé todo de ti, tus bromas, la forma odiosa en la que me miras, tu ceja alzada, te extrañé, mucho, un gatito me recordaba a ti así que adopté tres-

—Me encanta que me estés confesando tu lado donde si tienes sentimientos, pero tengo tu polla dentro de mi y no quiero desaprovechar ningún momento, ¿Sabes?—hizo a la otra reír, tomando su cintura, y ahora ella la recostó, volviendo a entrar en ella de una forma deliciosa que hizo a la menor cerrar sus ojos, mordiendo sus labios.

La mayor se acercó a ellos, completando una estocada, para besarlos, riendo de nuevo—quisiera ver tus labios hinchados y rojos chupándome la polla, quisiera verte chupándomela, en cuatro, no sabes en qué cantidad de poses quiero tenerte, pero quiero que estés segura de algo, Chaeyoung, no vamos a desaprovechar ningún momento.

Y la follada que pensó Chaeyoung que iba a ser tierna, se convirtió en una brusca, donde las bolas de la otra golpeaban fuerte, sus pieles se escuchaban chocar repetidas veces y Chaeyoung gemía, entre quejidos, sintiendo la brusquedad de la mayor.

Una brusquedad exquisita, que la embestía de una forma fuerte, rápida, segura. Chaeyoung gimió más, sintiendo que había comenzado a babear y como sintió de nuevo caricias en su clítoris, más la forma en la que se movía que lo complacía, Chaeyoung sintió su vientre contraerse, sus paredes apretar a la mayor y después, lanzó el gemido más alto de la noche, sintiendo cómo se escapaba de su garganta, cómo fruncía su ceño, y se quejaba, entre gimiendo.

Sólo logró sacar una sonrisa de la otra, que se acercó a besarla en los labios para después llevar su pierna a su hombro, besar su tobillo, y comenzar a embestirla de nuevo, entre quejidos.
Chaeyoung llevó su brazo a sus ojos, sonriendo, entre carcajadas y gimiendo, sabiendo que sería una noche larga.

Volvió a sentir un beso en su tobillo, pero ese pie se dirigió a la frente de la otra, cosa que la hizo tener un rostro gracioso de asco, haciéndola ahora carcajear.

—¡Dios, debiste ver tu cara!

—¡Chaeyoung, estuviste jugando todo el día con tu pie apestoso!

—¡Tú comenzaste cuando lo besaste!— la otra señaló el tobillo repetidas veces, con ese mismo rostro.

—¡Pero fue el tobillo, tócame la frente con el tobillo!—e imitó la acción, haciendo a la otra carcajear de una manera más fuerte, haciendo reír de la misma forma a la mayor.

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⏰ Last updated: Apr 03, 2022 ⏰

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stepmom » chaesooWhere stories live. Discover now