Ser padre de cinco cachorros no fue tan difícil para Heeseung como había creído que sería.
Pero un nuevo desafío aparece para el alfa: tenía que cuidar que ninguno de sus omegas sean robados por malvados alfas y guiar a sus hijas e hijo alfas por el...
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Lo último que Giselle necesitaba en esos momentos era precisamente esto.
Su celo está más insoportable que nunca y por alguna razón el supresor no le estaba haciendo efecto, entonces su papá le recomendó que salga a caminar. Karina y Ningning se habían ofrecido a acompañarla, así que las tres estaban sentadas en el parque, estaban bastante tranquilas hasta que él apareció.
Claro que fue incómodo e inesperado, porque a pesar de que ya sabían que el alfa estaba por el lugar, no esperaban encontrarlo.
-¿Cómo están?
Lo peor de la situación era que Jaeyoon actuaba normalmente, como si no las hubiera abandonado hace diecisiete años.
Giselle estaba comenzando a tener un terrible dolor de cabeza y no se siente lista para esta situación. Es decir, ¿cómo se atreve él a aparecer como si nada? Con una sonrisa obviamente falsa, hablando con ellas con tanta normalidad.
No, Giselle no iba a soportar esto.
-Nos tenemos que ir.
Al parecer sus hermanas pensaban exactamente lo mismo ya que sin dudarlo se pusieron de pie y asintieron ante sus palabras.
-¿Ya se van? Pero si recién nos reencontramos, hijas.
Karina gruñó y Ningning simplemente esquivó su mirada.
Giselle rió.
-Por favor, cállate, no estoy de humor para esto.
Y Jaeyoon no tuvo tiempo de responder porque las tres se fueron sin darle la oportunidad.
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Jongseong y Heeseung estaban furiosos.
Jaeyoon, todo el problema giraba alrededor de ese alfa y Jongseong ya no podía aguantarlo. Se supone que hoy sólo tenía que estar centrado en el funeral de su madre, pero durante toda la ceremonia no pudo estar completamente allí porque su lobo estaba alerta a cualquier señal de su ex pareja.
Estaba harto, no veía la hora de irse de ahí, ya no lo soportaba, por eso se sintió aliviado cuando la noche llegó y todo terminó. Le costaba despedirse de Doyoung, le había agarrado bastante cariño, con Jieun en cambio fue incómodo, ella sólo estrechó su mano y nada más.
Se sentía culpable porque no pudo estar centrado en la despedida de su madre, pero prometió volver alguna vez, cuando todo esté más calmado.
Doyoung también prometió visitarlos.
Cuando ya estuvieron nuevamente en Seúl, bajo su hermoso hogar, la primera en huir fue Ningning, diciendo que iría a visitar a Sungchan, ignorando el hecho de que eran las tres de la madrugada.
-Los papás de Sungchan la echarán a escobasos.
Jongseong rió, ya más relajado.
Se sentía seguro ahí.
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