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Heeseung sentía que iba a entrar en pánico, porque sí, ha tenido muchos hijos y estuvo en todos los partos pero eso no significa que aún se acostumbra, la emoción está ahí como siempre pero tal y como en las anteriores veces, el miedo a que algo l...

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Heeseung sentía que iba a entrar en pánico, porque sí, ha tenido muchos hijos y estuvo en todos los partos pero eso no significa que aún se acostumbra, la emoción está ahí como siempre pero tal y como en las anteriores veces, el miedo a que algo le suceda a Jongseong o a su pequeño bebé también está ahí.

—Tranquilo, hijo.

Taeyong, su padre, está ahí también, dándole el apoyo que siempre le dio. Minho también está pero su hermano sólo hace drama diciendo que esta vez quiere ser el padrino.

—Lo digo en serio, de cada hijo que tuviste ninguno es mi ahijado o ahijada y me siento ofendidisimo porque soy su único tío.

—Rechazaste a Soobin.

—¡Mentira! —Minho gritó indignado—. Te dije que sí y estaba saltando en una pata pero después apareció este amiguito tuyo y se lo diste a él, me olvidaste.

Soobin sonrió inocente.

—¡Jisung hyung es un buen padrino!

—¡Yo hubiese sido mucho mejor!

Mientras ellos seguían discutiendo, en otra parte de ese mismo hospital se encontraba Giselle mirando con una mueca al omega que se encontraba detrás del mostrador.

Piensa que es absurdo, ese tonto niño no podía trabajar allí, ¿siquiera tenía la edad suficiente?

—¿Y tú que me miras?

Cuando el castaño con mechas rubias le hace aquella pregunta de forma brusca, ella sólo puede sentirse ofendida por la forma irrespetuosa en la que el chico la trata.

—¿Cómo es que un niño como tú puede trabajar en un hospital? ¿Tienes la edad suficiente?

Él sonríe.

—Al parecer tengo la edad suficiente para asistir a un bar y que te acuestes conmigo, ¿sin embargo no tengo la edad para trabajar?

Giselle rueda los ojos al recordar la noche anterior donde tuvo ese encuentro con el omega, cuando tomó para olvidarse de Jaeyoon y su hija, la pequeña e inocente niña que de nada tiene la culpa.

Se emborrachó, vio a un omega lindo y fue por él, lástima que el niño sea un dolor de cabeza, pudo comprobarlo esta mañana al despertar junto a él, cuando comenzó a hablarle de forma sarcástica.

—Como sea, sólo vine por un café.

—¿Me ves cara de cafetera?

Uhg, Giselle quiere golpearlo.

—Mi día es bastante bueno para que tú me lo arruines.

—Estás en un hospital, aparte de un nacimiento no creo que algo bueno pase aquí, ¿o apaco y ya nació tu primer bebé? Que emoción.

—Algo así.

La sonrisa burlona rápidamente desaparece del rostro del chico... ¿Cuál era su nombre? ¿Mangmang? ¿Kangkang? ¿Yangkang?

"—Me llamo Yangyang".

El recuerdo rápidamente llega, de todas formas eso sucedió hace unas horas, un poco antes de que Ningning la llame para decirle que su papá ya está por tener al bebé y que traiga desayuno para todos porque ya estaban todos ahí y nadie había podido desayunar adecuadamente.

—Ya tienes mucho café —Yangyang dice—, ¿cuántos son?

—Mi familia es numerosa.

—Sí, ya veo.

—Necesito dos cafés más, me acaban de informar que mi abuelo y mi tío también están aquí, no puedo dejarlos sin desayuno.

El omega resignado señala la cafetera y Giselle le sonríe para luego ir hacia allí y servirse dos cafés más. Yangyang ve sorprendido como la alfa lleva la cantidad absurda de café con sólo dos manos.

—¿Necesitas ayuda?

—No, estoy acostumbrada, sólo necesito que me digas en qué habitación está Park Jongseong, él vino aquí para trabajo de parto.

—Ahora me fijo —el omega busca entre unos papeles y unos pocos minitos después responde—. Él ya fue llevado a sala de parto, su alfa está con él, entraron hace unos pocos minutos, la familia está esperando en la sala de espera del tercer piso, puedes usar el ascensor.

—Gracias, niño.

Él hace una mueca.

—Me llamo Yangyang.

Pero Giselle no responde, sólo sonríe sin que él la vea y se va.

Pero Giselle no responde, sólo sonríe sin que él la vea y se va

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YA NACIÓ EL BEBÉ HIJUEMADRE

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