Tarde me di cuenta (𝙎𝙖𝙨𝙪𝙉𝙖𝙧𝙪/𝙈𝙥𝙧𝙚𝙜)

Čāpïţųłø 16

– ¿Que diablos haces tu aqui? - Dijo en tono fuerte que irradiaba por obvias razones el resentimiento a flor de piel, causando que cierto rubio pelilargo enmudeciera y quedara en Shock - Responde Deidara.... Que demonios haces tu en mi casa? - Repito de forma fria asentuando cada palabra.

– Sasori..... yo.....- Fue lo unico que atino el rubio a decir pues sus palabras y esa personalidad altanera se habian quedado frías al ver a su antiguo novio parado a pocos metros de el.

– ¿Se conocen? - Dijo el rubio menor, que habia quedado de piedra por la actitud de su normalmente tranquilo amigo, su nerviosismo era evidente.

– Si naruto, nos concemos mas que bien - Dijo el pelirrojo con la rabia a flor de piel, con la mirada afilada viendo al causante su estado de humor actual - Este que tienes al lado tuyo es el mismo hijo de puta que me dejo y destroso el corazon, hace un tiempo solo para ir detras de un tipo con mas dinero que yo.

En la casa el ambiente se torno tenso, todos los invitados estaban atentos pues temían que con el pelirrojo así de molestó se fuese a entablar una pelea a puño limpio en cualquier momento y no era para menos pues el aura asesina que irradiaba el pelirrojo no era para nada normal.

Narra Escritor

La historia entre Deidara y Sasori había comenzado de una manera tan hermosa como una flor que florece joven radiante y sana, en un clima perfecto para su crecimiento pero había terminado de una manera abrupta y dolorosa como una flor que se marchita por falta de agua y sol, las heridas aun seguian presentes, y dolían de manera fuerte.

Deidara siempre había sido una persona con  ambiciones muy marcadas desde que tuvo conciencia de como se manejaba el mundo, pues haber sido huérfano le había enseñado que quien tenia dinero tenia control total de su vida y quien no estaba destinado a ser controlado para siemore según su propio pensar, siempre había soñado con tener riquezas y lujos a su alcance una vida que el sentía merecer y que por las circunstancias el universo se la había negado.

Siempre destaco por su manera explosiva de hacer arte pero necesitaba más que vender un cuadro por mes para alcanzar esa vida que siempre quiso tener y si eso no era suficiente por obvias razones y desde su perspectiva menos lo alcanzaría junto al pelirrojo, no mentiria el amaba a sasori con todo su corazón, con un amor puro y sin ningún tipo de mala intención, pero el sabia que de amor no viviría y cuando conoció a Itachi lo comprobó.

Itachi había sido el prototipo de hombre perfecto que siempre imagino tener en su vida, alto, guapo, varonil, inteligente, caballeroso pero lo más importante y que destacaba por encima de todo era adinerado y de una respetable familia, no por algo los uchihas eran unas de las familias más respetadas de todo Japón.

Sasori por su parte era un joven soñador que al igual que deidara tambien era amante del arte, el habia nacido bajo el cenó de una familia humilde pero amorosa, que poco a poco se fue dando a conocer gracias a su arte en el mundo de las marionetas y de más tanto así que empezó a ir a convenciones donde muchos artistas exponían su arte y fue allí donde conoció al joven y hermoso rubio pelilargo.

se enamoró del rubio de una manera intensa, esforzándose el triple para tratar de complacerlo lo mejor que podía en sus caprichos pero nunca fue suficiente, sin embargo nunca dejaba de intentar y mejorar en todo pese a que deidara nunca le dijo nada o agradeciera sus pequeños pero valiosos detalles.

Obviamente las cosas entre ellos empezaron a deteriorarse y sasori fue testigo de eso, ya nada era igual pero independiente a lo que pasara estaba dispuesto a seguir intentado  pues para el su amor era lo suficientemente fuerte como para resistir eso y más.

Sasori no odiaba a deidara por no amarlo como el si lo amo, no lo odiaba por ser ambicioso o por ser una persona superficial.

Su odio iba más enfocado al repudio en la mentira que el rubio había orquestado para su beneficio personal y el descaro con el cual llevo a cabo la misma.