Capítulo 11

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Una caricia aquí.

Un rascado de oreja acá.

"Despiertame así otra vez".

Fue lo que le dijo.

Fue lo que pidió.

- Holaaa -

Y cuanto agradecía que esa chica haya tomado de su tiempo para cumplir ese tonto capricho suyo.

- Tiempo de despertar, dormilona -

Perezosamente se arrastró entre las sábanas hasta llegar donde la dueña de aquella voz y rodearla de la cintura con un brazo.

- Si vuelves a llevarme a la cama contigo, tendremos serios problemas - advirtió esta.

Con que amenazas tan temprano.

- ¿Me estás retando? -

- Anne -

Su tono de advertencia era claro.

Pero cuando recién despiertas pierdes todo sentido del peligro y eres capaz de cometer cualquier estupidez de la que sólo te arrepentirás unos minutos, o tal vez horas, después.

- ¡Ven aquí! -

Por lo tanto, es algo obvio que, sin siquiera pensarlo, se avalanzaria sobre su beta favorita e intentaría llevarla consigo.

- ¡Sasha! -

- ¡A la orden! -

Pero claro, no esperaba que la chica a la que intentaba atrapar trajera refuerzos.

Y tarde fue su reacción con la rubia que rápidamente apareció en su habitación y le atacó.

Con un vaso de agua.

Agua muy fría.

Ahora entendía el por qué, las personas recurrían a separar a sus perros arrojándoles agua con una manguera cuando estos peleaban con otros.

Y tal vez, hasta llegó a sentir pena por ellos.

Los llegó a comprender.

Aquel líquido le golpeó como bloque en pecho y rostro, siendo capaz de estremecer cada parte de su cuerpo y obligar a su cerebro a despertar por completo.

- ¡Fuera pulgoso! -

- ¡Demonios, está fría! -

- Y si no me lo dices no me entero -

Aquella felina no parecía tener ni una pizca de respeto hacia su persona en ese momento. Se notaba claramente que disfrutaba de su reciente hazaña y que no existía remordimiento alguno en aquella conciencia.

Ja.

Pero que gatita tan audaz.

Y...

¿Acababa de llarmarle pulgoso?

Eso sí era ofensivo.

- ¡Oh te enseñaré lo que este "pulgoso" te hará! - gruñó.

Su contraria felina sólo sonrió.

- Contexto porque si lo dices así, suena bien - ronroneó.

La morena no pudo evitar palmear su frente en frustración. De verdad, esa chica no tenía salvación.

- Estas enferma -

Y si tenía una oportunidad.

La perdió el segundo después de arrojarle el vaso en la cara.

Te Quiero A Ti - (Marcanne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora