To Fall In Love ❤️ Jayke {Flufftober}

#17 The -w-o-r-s-t- ❎ (best) birthday

Se suponía que sería un buen día, uno que, a pesar de ser laboral y por ende estar repleto de un sinfín de horas de grabaciones para su nuevo MV, estaba destinado a ser inolvidable por el simple hecho de poder estar junto los 6 muchachos que, en pocos meses, se habían convertido en aquello que denominaba como su "pequeña segunda familia".

Tal y como había ocurrido cada que se reunían a grabar algo las largas horas sería repleta por escandalosas risas cuyo, poca gracia, les sacaría las más sinceras carcajadas, por el relato de nuevas y diversas anécdotas nunca antes escuchadas. Tampoco habría incómodos silencios pues, al acabarse las palabras, podían jugar con los objetos a su alrededor para así crear nuevos recuerdos.

Serían un día maravilloso, puesto que no era un día cualquiera de trabajo, después de todo había algo que se celebraba anualmente al las manijas del reloj indicar que eran 12, aquel evento que esperaba con ansiedad durante los restantes meses del año.

Su mirada perdida en algún punto en la lejanía se centró en la pantalla de su móvil al este alumbrarse e indicar el recibimiento de una videollamada.
Se alejó algunos cuantos pasos para poder tener un momento de privacidad.

— "¡Mi niño. Feliz cumpleaños!"

La alegre voz de la señora al otro lado de la línea lo hizo sonreír.

Bingo. Era 25 de noviembre por lo que se celebraba el cumpleaños de Jake.

— Gracias, mamá —Agradeció con dulzura mientras veía como su progenitora movía a través de la línea unas cacerolas y daba el visto bueno a un platillo —. Con un mensaje hubiera vastado. Sé ve que estás ocupada.

— "¡Por supuesto que no lo estoy! Jamás lo estaría si se trata de llamar a mi niño"

Aunque estaba en medio de su trabajo como chef principal en el restaurante que había abierto junto a su hermana, se había tomado el tiempo para felicitar a su segundo hijo.

—"¿La estas pasando bien? ¿Tus amigos te han felicitado?" — Quizo saber la mujer a través de la línea.

— Claro —Respondió con un tono de voz forzado mientras desviaba la mirada hacia los muchachos que jugaban, a la lejanía, con un cartel del set colgado en el techo. Tan ajenos de su presencia que, aunque se pusiera a gritar de la nada, estos pasarían de él.

Acción que, en realidad, habían estado haciendo en cada uno de los descansos, pero eso sería un detalle que prefería evitar mencionar para no preocupar a su progenitora.

— Me alegra —Respondió aliviada de que su pequeño pasaría bien aquel día a pesar de estar lejos de casa— Me tengo que ir ahora ya que por aquí ya es la hora de cena y el restaurante está saturado de órdenes, pero, cuando terminemos, prometo devolverte la llamada para que puedas hablar con tu padre y Hyung.

Jake asintió comprensivo pues el se suponía estaba en medio de una filmación por lo que no podía quedarse mucho tiempo en el teléfono.

— Cuídate mucho y pasatela bien con tus amigos. ¡Te amo!

— Yo también —Contestó de vuelta con una sonrisa la cual, tras colgar, desapareció, siendo reemplazada por una línea recta y una expresión denotante de una profunda tristeza.

Sí, era su cumpleaños, el número 20 para ser precisos, por lo que, al ser considerado como un adulto por las leyes coreanas, lo más común era el estar emocionado; sin embargo, ese jubilo no estaba presente en aquel preciso momento, y no porque no quisiera cumplirlos, sino porque, en ese 25 de noviembre, todo parecía ir en su contra.