Capítulo 0

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–Aly

El zumbido en mis odios era lo único que percibía. Mi mirada estaba fija.

No en algo concreto. Al parecer cuando te dicen algo impactante te desconectas en todos los sentidos posibles. No puedes controlar eso.

La respiración en lugar de ser estable, comenzó a ir un poco lento. Más lento cada vez. Como si me sofocara de alguna manera.

Ese tono chillante que se desvanecía comenzó a sonar de manera intensa. Y se mezclaba con la voz ronca del sujeto de tez morena.

No puse atención a cuantas veces parpadee. Mucho menos si fue rápido o lento. A mi perspectiva el tiempo se detuvo. Pero no era así.

– Aly – escuche una vez.

Quería responder y no podía. Tal vez no hacia el intento.

– Aly – volvieron a pronunciar.

Y entonces el sonido molesto se esfumo de golpe y pude entender.

– ¿Aly estas con nosotros? – enfoque mi atención rápidamente al médico con faceta seria.

Reaccioné. Ahora mismo había vuelto a caer en mi realidad.

– Si, lo siento – era evidente que el nerviosismo me invadió.

– Siendo honestos. Es que el resultado me tomo por sorpresa.

Claro que no sabía cómo reaccionar ante la noticia.

Una mente de 19 años que está por comenzar a comerse el mundo no sabía ni cómo enfrentar esto.

– Es común en los pacientes. Se agobian ante el impacto de los resultados y no lo puedes creer.

En algo tenía razón. No lo podía creer.

Una palabra, seis letras y un final muy injusto y trágico. Cáncer.

Y si eso es malo, estaba por empeorar más. No cualquier tipo de cáncer. Leucemia.

No era una persona que asistía a citas médicas por que las necesitara. Tampoco tuve síntomas que demostraran que a mi corta edad estaría enferma.

Mi abuela solía decirme que agradeciera que era una niña sana.

Cuatro de cada diez padecían esto. La enfermedad más cruel y silenciosa la tenía dentro de mí. Claro que desconocía por todo lo que iba a pasar mi organismo de manera interna. Tampoco podía supervisar cada paso que diera la enfermedad. Tal vez los médicos si pero no de manera precisa.

Me abrumaba el saberlo. Cambiaria mi vida radicalmente.

– Aly antes que nada quisiera hablar con tus padres para platicar sobre la situación.

Me quede callada. Baje mi mirada. Me apenaba el inconveniente.

¿Lo entendería acaso?, Lo dudo bastante.

– No creo que sea posible – titubee –... Ellos...

– ¿De viaje otra vez? – completo mi frase.

Pegue los labios más de lo anormal. Lo hice como símbolo de incomodidad.

A decir verdad estaba teniendo un enfrentamiento con mis miedos.

Me aterraban los hospitales. Desde siempre no me sentía cómoda en los lugares con aroma a medicamentos. Ni los procesos que involucraban la sangre.

« De pensar en ello se me revolvió el estómago ».

Te debo la vidaWhere stories live. Discover now