Capítulo 2

43 4 0
                                    


–Chad

¡Esta es la última caja! – grité al modo que se podía escuchar en toda la casa. Coloqué la caja de mis pertenencias en la habitación verde y vacía de esta nueva residencia. Me tomaría bastante tiempo acomodar todo como lo tenía en mi anterior habitación.

Por la puerta se recarga la mujer de tacones negro y traje beige. Me lanza una sonrisa con su cara de cansancio y ve con alivio que ya acabe de bajar todas las cosas de la mudanza.

– Todo listo al parecer – resalto sus extremadamente dientes blancos y su labial rojo. – Nunca pensé que la mudanza tardaría tanto. Hoy era tu bienvenida en tu preparatoria y no fuiste.

– No creo que afecte tanto. Además es el primer día. – traté de calmarla un poco. – Aun así. El primer día siempre es especial

Me reduje a solo darle la razón asintiendo. No quería llevarle la contraria.

– Zack llamó. Esta como loco. Quiere que me presente de una vez en la clínica – comenzó a hablar tan rápido que no podía comprender.

Aunque lo primero si entendí.

Tenía que ser una broma. Ni siquiera habían pasado 24horas que estábamos aquí. – Lo lamento cariño. Pero tengo que ir – me dijo revisando su reloj del brazo derecho.

– ¿Qué hay del tour que íbamos a dar?

No piensen que soy un niño mimado. Pero habíamos organizado un plan. Aunque no me hice muchas ilusiones porque esto podía ocurrir.

– ¿Por qué no lo tomas tú? – respondió antes de que sonara el teléfono.

« No habla enserio. ¿Verdad?».

– ¿Qué?, ¿Estas insinuando que tu pobre hijo de un recorrido en Francia sin tu supervisión? – trate de victimizarme un poco.

Salió con éxito eso. Lo sé porque comenzó a reírse.

Mi madre y yo teníamos una convivencia tierna y estable. A pesar de no ser su hijo de sangre no existía ningún impedimento para no llevarnos bien.

– Hola Zack. Si ya iba de salida... aguarda un poco – colocó la palma de su mano para tapar el micrófono. – Estarás bien. Estoy segura – se seguía burlando de mí.

– ¿Estas segura?, Te recuerdo que frente tuyo tienes a alguien que se perdió varias veces en el supermercado al grado de que la policía ya me reconocía.

– Chad tienes 19. No te vas a perder. Lo lamento pero es urgente que me incorpore hoy al nuevo trabajo.

– Bien supongo. Si aparezco en las noticias fue tu culpa.

– Puedo vivir con eso. No hagas algo indebido y cuídate. Te amo.

– Yo más mamá.

Escuche los tacones bajar por las escaleras. Al parecer seguía hablando por el móvil. Estaba vuelta loca con todo este protocolo.

Al final termine aceptando. Casi siempre ocurría eso. Aunque luego me compensaba pasando todo el día juntos.

Solía ser algo lindo que solo teniéndola a ella y a mi abuelo nunca me falto amor en el hogar.

Mi madre era química laboratorista. Aquella que descubría medicamentos nuevos con grandes avances para ayudar a personas con enfermedades incurables.

En verdad que admiraba lo que hacía...

Aunque eso significara viajar constantemente. Nunca recuerdo haber concluido un periodo escolar sin viajar. No tenía una casa o escuela fija.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 27, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Te debo la vidaWhere stories live. Discover now