Prólogo

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Desde que tengo uso de razón he tenido un miedo rotundo al olvido.

Cuando morimos nos aterra el no haber dejado una huella suficiente para que nuestro nombre y memoria sea recordada con mucho cariño y gran admiración.

Las películas y los libros son concretos en eso. En ocasiones estas obras son culpables de mis crisis existenciales con ese tema.

Un ser humano nace para cumplir un pequeño y fundamental rol en esta vida.

El que dejemos de ser recordados por nuestros seres queridos es algo rotundamente inevitable. Aunque hayamos trabado duro para influir en su vida lo cierto es que salen adelante con un vago recordatorio de nosotros.

En la vida toda la población a nivel mundial se dividen en dos tipos de personas.

Los que viven cada día con el propósito de siempre ser mejor persona y aprovechar cada instante al máximo.

Y a los que les da igual y anhelan que ya se acabe este tipo de sufrimiento que les toco padecer.

Mucha gente considera que es un drama total pensar lo segundo con respecto a este tema.

Lo que no saben es que cada quien piensa diferente y tampoco solemos correr todos con la misma suerte.

A muchos nos ocurre. Ver como algo nos está matando esa felicidad que de alguna manera toda deberíamos tener.

Otros simplemente tratan de encontrarla. Aunque también lo dejamos al último. "Felicidad" aquello que simplemente ignoramos.

Considerarse una persona que deja que algo te amargue la vida es de valientes.

Casi siempre solemos negarlo y afirmar que agradeces y aprovechas todo lo que tienes y está por venir.

Creo que es la mentira más grande. Y que cada uno hace el intento de creérsela.

En ocasiones en nuestro camino encontramos obstáculos que parecen no tener una salida. ¿A quién no le ha tocado?

Lo más común es que lo tomamos como un reto imposible y tratamos de buscar un atajo, no el adecuado pero si el más rápido para acabar pronto. Y no es porque queremos salir del apuro, en situaciones como esta es la única salida que vemos.

Un grave error...

Cuando estas creciendo preguntas con continuidad. Esperando encontrar el sentido de la vida y cuando lo encuentras piensas que es insignificante.

"Descubrir y aprender, acostumbrarte a aquello que lo tienes durante años para que en un abrir y cerrar de ojos tengas que abandonarlo porque ha concluido tu presencia y vida aquí".

Algo totalmente ilógico que sucede no solo a nosotros sino a cada uno que está presente.

Nunca tendremos una afirmación de cada individuo aquí diciendo que la felicidad forma parte de él.

Solemos encontramos gente. Le vemos el rostro, la pinta con la que va, los rasgos faciales pero nunca una apariencia de esa emoción que obligatoriamente debemos tener.

Yo solo espero que la encuentren antes de que se agote el tiempo.

Si algo se es que la vida es corta y en el momento inoportuno se desvanece.

Creo que nuestra presencia es muy corta para desperdiciarla en centrarnos en nuestras desgracias y no en lo bueno.

Al final vivir solo es de valientes ¿no crees?

Te debo la vidaWhere stories live. Discover now