>"𝑂𝑛𝑤𝑎𝑟𝑑𝑠"< 𝐷𝑎𝑛𝑚𝑎𝑐ℎ𝑖.

>"Prólogo"<

>"𝑂𝑛𝑤𝑎𝑟𝑑𝑠"<
"𝐷𝑎𝑛𝑚𝑎𝑐ℎ𝑖. 𝐵𝑒𝑙𝑙𝑥𝐴𝑖𝑧."
•
𝐴𝑢𝑡𝑜𝑟:𝐴𝑙𝑏𝑒𝑟𝑡-𝑊𝑎𝑙𝑑𝑠𝑡𝑒𝑖𝑛.

~~•~~||||~~•~~

"Fiu~~Fiu~Fiuu~♪"

--Mmm~

Una sensación cálida recorrió todo su cuerpo, al escuchar esa suave melodía, la melodía de un silbido amable. Viroteo dándose la vuelta para observar a la dueña de la melodía.

--¡ Mamá !—Se dio la media vuelta, alzando sus brazos.

La suave melodía recitada por los labios de la mujer heterocromatica lleno su vista. Encima de su regazo, un libro, parecía estar buscando una hoja en específico.

--Acercate~ —Sonrie llamándolo.

El pequeño corrió hacía el regazo de su madre, encima de su cama, sentadose con ella.

--Entonces, por dónde nos quedamos ¿Verdad?—Pregunto, llevándose una afirmativa del niño—Bueno, entonces ...Bell ...

Ella simplemente le sonrió, mirándolo suavemente, para luego decir.

--Vuelve a la realidad.

--¿ Eh ?—La mira, algo confundido. Para luego observar a su alrededor.

El pequeño sin entender lo dicho por su madre, miro hacia otra dirección, para darse cuenta de que ...

--¿¡ Eh !?

>𝑁𝑎𝑟𝑟𝑎 𝑏𝑒𝑙𝑙<

Volví a la realidad, en un micro segundo .

*Blum!*Blum!*Blum!*Blum!*

El sonido de pisadas nublo completamente mí vista. Aunque solo fuera un segundo, el desmayado me mareo bastante.

El "Calabozo", un lugar tétrico y ostil, dispuesto a matar a cualquiera que intente entrar en su s dominios. Esa era la vaga representación que daban en los libros. Sin duda le pegaron en el clavo, estaba seguro de ello, puesto que yo lo probé se primera mano .

Siendo hace un segundo, arrojado violentamente hacía una pared de roca, causando el crujir de mis huesos y mí corto desmayo.

Mientras más se acercaba, sentía lentamente como mí vida abandonaba mí cuerpo, en un intento por salvarse a ella misma. Mientras más se acercaba, más retumbaba el lugar, no podía reaccionar. Era un sentimiento distinto al miedo, más bien, era resignación, puesto que no había salida posible y mí espalda no me permitiría correr más que el.

--¡¡Groooooooor!!

El espantoso grito del Minotauro calo en mí mente, dejando un sumbido en mis oídos.