Una sinfonía perfecta © TL #2

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Al día siguiente de su salida o, mejor dicho, horas después, Harmony se encontraba sumergida en la bañera. Grace la había despertado con un baño listo, lo cual la dama agradeció porque su perfume no era el mejor. Luego de eso se vistió y bajó a desayunar con su madre ya que su padre no se encontraba en el hogar.

— Te ves cansada Harmony, ¿Estás bien? —. Cuestionó su madre preocupada.

— Si, solamente no he dormido bien, nada para preocuparse.

— Hay unas hiervas que podrían ayudarte, si te vuelve a pasar le pediremos a la cocinera que te prepare un té.

— Eso podría ayudar —. Dijo sonriendo.

— Recuerda que mañana en la noche vendrá a cenar lord Jenkins.

— Oh ya lo había olvidado.

— ¿Qué te pareció el muchacho?

— Parece agradable supongo, no hablamos mucho más que en nuestro baile.

— Tu padre cree que el duque puede estar interesado en ti —. Comentó con satisfacción.

— ¿Y qué le hace creer eso?

— No lo sé, pero él lo conoce más y si lo dice es por algo.

— Yo creo que mi padre está esforzándose para que el duque se interese en mi —. Dijo con molestia.

— Harm tu padre solo quiere verte casada.

— Lo sé, pero lo que no entiende es que no me casaré si no hay amor.

— Sabes que nosotros no nos casamos por amor Harm, fue un acuerdo entre nuestros padres.

— Y ahora quiere hacer lo mismo conmigo.

— Quiere asegurarse de que no te falte nada cuando no estemos — dijo tranquila, no llegaría a nada si peleaba con su hija — nosotros no nos amábamos cuando nos casamos, sin embargo, siempre hubo cariño y respeto entre ambos.

— Lo sé, pero no sé si yo podría vivir con alguien sabiendo que no me amará jamás.

— Tendrás hijos, ellos te amarán.

— Dudo que sea lo mismo madre.

— El punto es, que espero puedas darle una oportunidad al duque.

— Lo intentaré —. Dijo solo por complacerla.

— ¿Y el señor Williams?

— ¿Qué pasa con Paul? —. Dijo casi escupiendo el trago de té que había tomado.

— Solo preguntaba, tal vez haya manifestado algún interés, además por lo que veo ya lo llamas por su nombre —. Soltó sonriendo.

— Él es un gran amigo mamá, y nada más.

— ¿Segura?

— Estás muy insistente con el tema, ¿Ocurre algo?

— No, solo quiero que consideres todas las oportunidades.

— Y lo haré, si algún caballero me cortejara no me negaría, pero te recuerdo que ninguno se ha presentado con tales intenciones.

Luego del desayuno y la charla poco agradable con su madre decidió enviarle una carta a Florence avisándole que la visitaría en la tarde para tomar el té, no la veía hace varios días y debía contarle sobre su aventura nocturna.
El resto de la mañana se le pasó rápido, lo cual agradeció, tenía muchas ganas de alejarse de su casa.
Al llegar al hogar de los duques, el mayordomo la hizo pasar al instante, diciéndole que lady Harrison ya la estaba esperando.