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Reí al escuchar las preguntas que le habían mandado los reporteros a Mati, todos querían que diera una entrevista después de las declaraciones de Duggan a las cuales se le sumaron Macky y Cassandra.
¡Ni siquiera conocía a Cassandra!
—No responderé eso.
—Esta es mejor... ¿Consideras que tu hija arruinó tu vida y por eso decidiste no tener a este bebé? Que estupidez.
—¿Sabes que? Haré la entrevista para Ventaneando, ellos son los que tienen mejores preguntas.
—¿Segura? Estaré contigo.
Asentí besando su mejilla para continuar escuchando aquellas tontas preguntas que me hacían reír un rato. Al paso de las horas, mi suegra se encontraba peinando mi cabello pues en menos de media hora seria la entrevista.
Le agradecí a la mujer quien se fue a ver a mi hija para que la entrevista fuera tranquila. O eso esperaba.
Sentí a Mati dejar un suave beso en mis labios haciéndome sonreír, ella se encargo de conectarnos a la primera entrevista del día. Creí que estaría tranquila pero al ver a todos los conductores a través de la pantalla los nervios salieron a flote.
—No voy a poder.
—Yo lo haré.
Asentí sentandome algo alejada de la computadora, jugué con mis manos escuchando a varias conductoras comenzar a hablar sobre mi.
Mis nervios volvieron cuando oí a Mati comenzar a hablar.
—¡Mati! ¿Dónde está ____________? ¿Cómo se encuentra?
—Ella está bien, está en reposo—respondió completamente seria.
—Lamentamos mucho su perdida, ustedes saben que esta siempre será su casa y aquí estamos para lo que necesiten. ¿Cómo tomaron esta noticia y cómo la manejan ahora?
—Lo hemos manejado bastante bien, era algo que deseábamos desde hace tiempo pero lamentablemente pasó esto... Espero que un futuro se nos vuelva a dar la oportunidad—murmuró dándome una cortada mirada que me dio oportunidad de lanzarle un beso logrando sacarle una sonrisa.
—Claro... Oye perdón la indiscreción pero ¿Por que __________ perdió al bebé? ¿Tomó algo o...?— oh no.
—No tienes que responder—susurre viendo como comenzaba a tronar sus dedos—Mati...
—Lamento decirles que no, no tomó nada. Simplemente el producto no era compatible con su cuerpo pues utilizamos un tratamiento incorrecto y creo que deberían tener más sensibilidad con el dolor de las personas, en este caso nosotras. Gracias por la entrevista.
La mire sorprendida al ver cómo colgaba aquella llamada, en cuestión de segundos su celular comenzó a sonar.
—¿Querías que dejara que dijeran todas esas cosas sobre mi novia? ¿La que acaba de perder a nuestro hijo y un está en duelo? ¡No lo iba a hacer! Menos con ellos, haz como quieras porque no me voy a disculpar—grito para después colgar.
—Mati.
—Ahora no.
—¿No ibas a dejar que me tratarán mal, pero tu si puedes?—pregunté para después salir de aquel estudio.
Entre a la habitación donde dejé caer mi cuerpo en la cama pensando en esta mañana de locos. Necesitaba despejar mi mente.
Sin darme cuenta, mis ojos comenzaron a pesar hasta quedarme completamente dormida.
Abrí mis ojos obligada pues Atenea se encontraba saltando en la cama.
—Tena, no saltes—susurre viendo como se sentaba rápidamente.
—Mamá Mati.
—Ve con ella.
Solté un quejido al ver que mi hija no me dejaría, camine detrás de ella hasta llegar a mi novia quien se encontraba nuevamente en el estudio.
—Nos iremos de viaje, para olvidar todo esto.
—¿Viaje? ¿A dónde? Oh... Conozco esa cara.
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—¡Brasil!
—Las playas son hermosas, nos vamos a divertir.
—Ya extraño a Tena.
—Mi mamá la va a cuidar bien, tu tranquila—ordenó besando mis labios, tomé su mano mientras caminábamos por las instalaciones del gran hotel.
Al llegar a nuestra habitación bastante lujosa para mí gusto, acomodamos nuestras cosas listas para ir a recorrer el hotel.
—Tengo toda una lista de lo que haremos estos días.
—Siempre planeas todo, Mati—murmure escuchando su suave risa.
—Me gusta estar preparada—defendió logrando sacarme una carcajada, detuve nuestra caminata para poder observarla—¿Qué?
—Gracias—hable para después abrazarla como no lo había hecho en estos días.
—Lo hago por nosotras—respondió dejando un suave beso en mi cabeza.
Retomamos nuestra pequeña caminata entre risas y empujones a la vez que mirábamos cada detalle aquel hotel.
Me separe de mi novia cuando mi celular sonó, rápidamente respondí escuchando algo que me lleno de sorpresa.
Colgué la llamada para volver con Mati quien me miraba en espera de que le contará sobre aquella inesperada llamada, al regresar a nuestra habitación comenzó a lanzar sus preguntas.
—¿Era el papá de Tena? ¿Quería algo? ¿Por qué no me dices?
—Mati, siéntate—ordene empujandola a la cama, me quedé frente de ella tratando de como decirle.
