1• Glaseado de Otoño

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La veré

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La veré...

La veré después de dos años..

Quizás ella no me extrañe o ni siquiera pensó en mí.

Me enderezo frente a la puerta de la casa de Gabriela, hago una percinación para que no se me baje ni suba la presión al verla. Tomo mi celular y lo enciendo para observar la pantalla.

Gaby
Recuerda que hoy a las 7:10 p.m. Noche de Chicas. Trae pelis buenas.

Te amo vacaciones de verano.

Inhalo profundo por la nariz y suelto por la boca para prepararme si veo a Christopher, el primo de Gabriela; mi ex novio.

Doy tres toques a la puerta y se abre; dando a conocer unos ojos verdes tan hermosos como los árboles y hondas chocolate que provocan envidia de la buena, Emilia.

Me preparo para correr a abrazarla, pero ella hace un stop con la mano.

—Si pasas esta puerta, aceptaste todo tipo de travesuras y juegos —advierte con una sonrisa pícara que reconozco al instante.

—Encantada de aceptar las políticas y condiciones, hermosa —replico con las misma sonrisa pícara.

—Puede pasar, preciosa...

Salto sobre ella, atrapándola en un abrazo de oso.

—¡Lilita, mi amor! —chilla alegre, envolviendome con sus brazos.

—¡Emi, mi vida! —chillo emocionada—. Te extrañé...

—Yo te extrañé más...

Me separo de ella y la veo sonreír, pero su sonrisa desaparece al igual que ella y lo único que veo es una blanca, densa y dulce capa de glaseado sobre mi cara, luego escucho unas risas que extrañé tanto.

—Tú aceptaste políticas y condiciones, linda —me recuerda esa voz tan delicada e insoportable que anhelaba escuchar desde que puse la calle setenta y ocho.

Limpio mis párpados del glaseado y abro los ojos para encontrarme envuelta con el otoño mismo e hilos castaños de sonrisa de diversión y picarez pintada.

Corro hacia ella y me detengo a pocos centímetros de su rostro, sonriendo. Ella pasa su dedo índice por mí mejilla, quitando glaseado y llevándolo a su boca.

No voy a negar que eso provocó muchas cosas no aptas para la iglesia en mí.

Me acerco más a ella y la abrazo con si la necesitara, como si se fuera a acabar el mundo, como si fuera el glaseado de mi pastel.

—Verónica...

Noche de Chicas ©Where stories live. Discover now