20. El fantasma rosa [Parte 2]

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(31 de octubre, 6:40 PM, fuera del bar subterráneo.)

-Hola, Maya... -dijo Phoenix con la voz temblorosa.

Phoenix sentía que sus piernas flaqueaban, en cualquier momento podría caer al suelo de rodillas, no creía lo que veía. Ahí estaba ella, le era imposible olvidar la forma de su rostro, sus profundos ojos de color opaco, su fleco cayendo grácilmente en su frente, su cabello agarrado, sus labios, su boca, su nariz, su cuello; Phoenix no dejaba de verla, de rememorar cada detalle que creía olvidado de Maya.

Ahora se veía más alta, y llevaba un disfraz de fantasma con capucha, todo en un color rosa fosforescente.

-Nick... ¡Qué gusto verte! -dijo felizmente para luego ir frente a él y darle un caluroso abrazo. -Y estás más robusto, ¿has hecho ejercicio?

Mientras le daba el sorpresivo abrazo, Phoenix seguía boquiabierto, le costó un buen momento corresponder al abrazo, aunque igual, Maya se separó de él casi al instante.

(...)

La mente de Phoenix estaba en blanco, simplemente no parecía funcionar; y no ayudaba mucho su cara de bobo.

-Te vi caminando por la calle y quería estar segura de que eras tú. -le dijo aún algo contenta.

Era inútil, Phoenix seguía estático. Estaba demasiado abrumado como para funcionar correctamente. Cosa que fue obvia para Maya, la cual cambió un poco su expresión luego de un momento.

-Mmm... ¿Hola? ¡Tierra llamando a Nick! -bromeó ella chasqueando los dedos frente a él.

-¡¡Ah!! ¡Yo...! Hola... -dijo Phoenix inútilmente a la vez que salía de su trance.

Ante esa respuesta, Maya arqueó un poco una ceja; estaba claro para ella el que Phoenix le estaba costando un poco.

-Te ves algo ido... ¡Ya sé! ¿Me acompañas a pedir dulces? -le preguntó mostrándole su gran calabaza de plástico medio llena de dulces.

Phoenix medio comenzó a digerir la situación, hasta sacudió un poco su cabeza.

(¿Pedir dulces...?)

-Ah... ¿dulces? ¿Dan... dulces también a los adultos? -preguntó Phoenix extrañado.

-Claro. Llevamos disfraz, ¿no es cierto? -preguntó retóricamente mientras meneaba su capucha de fantasma, a la vez que hacía una pequeña mueca infantil, como si fuera una obviedad.

-Ah... Pues, claro. Está bien... -le dijo ya un poco más calmado.

-¡Genial! Así te despejas un poco. ¡Toma! -le entregó su calabaza a Phoenix.

-¡¡Ufff!! -exclamó Phoenix al sujetarla.

Estaba bastante pesada, casi llena en su totalidad.

(¡¿Qué rayos?! ¡¿Por qué pesa tanto?!)

-¿La cargarías por mí, Nick? ¿Al menos un ratito? -le preguntó sonriéndole un poco.

Nick no pudo evitar sonreír por esa pequeña jugada de Maya, era como volver a los viejos tiempos. Pero de pronto, sintió un pequeño tirón en su estómago, pues era como volver, precisamente a los viejos tiempos.

-Sí... Sí, yo la llevo. -dijo con una leve sonrisa.

-Ahora trae ese profesor Layton acá. -dijo contenta.

...

(Esa misma noche, 7:10 PM, calles del centro.)

El Corazón Que No Late - Phoenix Wright Ace Attorney +18Where stories live. Discover now