Vingt-deux

616 88 0
                                    


Minho estaba en el hospital.

Estaba sentado en una camilla, tenía un respirador tapando su boca y nariz; también tenía suero inyectado en su manito izquierda.

Estaba estable por el momento.

Su crisis de pánico le había provocado dificultades para respirar y habían pasado toda la noche intentado estabilizar su estado.

La madre de Minho estaba en la puerta viendo como Chan intentaba entretener y distraer al pequeño para que no pensara más en el suceso que sólo corroboró lo peor que le había sucedido.

El padre de Minho estaba afuera, en la sala de espera, porque la mujer le había prohibido el paso. Parecía preocupado y se veía como un delincuente que sabe que cometió un delito, parecía sudar frío.

La enfermera le dijo a Minho que podía irse a casa a mediodía.

Chan fue el encargado de llevarlo mientras su madre se encargaba del asunto con su padre.

ㅡ¿Estás mejor, Honnie?

ㅡSipi, me siento mucho mejor. Pero no quiero recordar lo que pasó ¿Bueno?

ㅡOk, mejor hablemos de tu cumpleaños, es en dos días.

Minho pareció emocionado por un momento, pero después miró a Chan con duda.

ㅡPero, no quiero hacer fiesta. Nop, nop.

ㅡNo tienes que hacerla. Puedes ir a algún lugar conmigo si quieres.

ㅡ¡¿En serio?!

Minho y Chan decidieron ir al cine y a comer helado el día de su cumpleaños. Pero el más alto no se preocupaba realmente del lugar, sólo le importaba estar con Chan.

El mayor no le había dicho que tendrían que irse por una semana, pero prefería mantenerlo en secreto por el momento.

Pasitos de Pingüino - Minchan. ADAPTACIÓNWo Geschichten leben. Entdecke jetzt