Mamá alfa | Seulrene

✧ capítulo quince ✧

Mina observaba fijamente cada movimiento de la alfa.

No es que a ella no le agrade Seulgi, la alfa era muy amable según la alfita, pero tenía miedo, sabía que sus hermanas -y hasta Chenle- amaban a la alfa, sabía que Seulgi era la nueva imagen de mamá alfa en su pequeña familia, pero ella no quería, ella no quería dejar de lado a su madre, porque por más que Seungwan lo haya arruinado, ella seguía siendo su madre, aquella alfa había cambiado, sí, pero Mina fue testigo de las noches donde Seungwan lloraba, Mina fue testigo de lo arrepentido que su madre estaba, y no, no iba a perdonarle por abandonar a su mamá Joohyun y hacerla sufrir, pero tampoco podía odiarle, ella no podía odiar a la mujer que le dio la vida, todos cometen erores y Seungwan seguía cometiendolos, pero ella no iba a darle la espalda.

Por eso, por esa misma razón era que ella estaba ahí, sonriendo a la alfa rubia, la cual le terminó de poner el gorrito de lana a Chenle para luego tomarlo en sus brazos.

Estaba ansiosa, ella la pasaba bien con Seulgi, pero hoy era sábado por la tarde y ella junto a sus hermanas irían a visitar a su madre alfa.

─Bien, ¿ya están listas?, Chenle y yo estamos bien preparados.

Normalmente Seungwan iba a buscarlas todas las mañanas, pero este sábado no pudo y Mina lo entendió, se dijo que probablemente tenía cosas que hacer, que tenía trabajo y por eso no pudo ir a buscarlas.

Aunque Seungwan tampoco apareció en la tarde y Joohyun tuvo que ir al trabajo, siendo Seulgi la que las cuidará, hasta que claro, Mina se puso triste por no ver a su madre y entonces Seulgi se ofreció a llevarlas hasta el departamento de su madre, idea que fue aceptada por Joohyun.

─¿Mamá esta ocupada?─ Minjeong preguntó, mirando desde el interior del auto el edificio donde su madre vivía.

Seulgi había entrado al edificio hace unos minutos junto a Chenle, sólo para preguntar si Seungwan se encontraba, aunque según las niñas, ella estaba tardando mucho.

Pero para cuando la alfa volvió, ellas no entraron al edificio y Seulgi tampoco las dejo salir del auto.

─¿Sucedió algo, unnie?

La pregunta de Yoohyeon hizo tensar a la mayor.

─Va-vamos a volver a casa, tomaremos chocolatada caliente y veremos una pelicula, querían ver buscando a dory, ¿verdad?, entonces lo veremos.

Mina fruncio el ceño, negando rápidamente.

─No, nosotras queremos ver a nuestra madre.

El lobo de Seulgi gruñó, no estaba molesta con ella, estaba molesta con Seungwan, esa alfa tonta.

─Ella ahora está muy ocupada, ¿ustedes no quieren molestar a su madre, verdad?, ella tiene mucho trabajo, ella les manda muchos besos.

Y entonces Yoohyeon pareció sospechar, pues ella fue la primera en asentir mientras dejaba a la alfa conducir de nuevo hacía el departamento.

Joohyun estaba furiosa, no, ella estaba más que furiosa, pues al llegar al departamento de su alfa no se esperó encontrarse con dos de sus hijas extremadamente triste, otras dos confundidas, exigiendo respuestas y mucho menos esperó que Seulgi le recibiera con un puchero que además de ser tierno, demostraba molestia y enojo.

Pero cuando la omega le preguntó qué sucedía, su respuesta no le gustó y mucho menos le gustaba lo que Seungwan le estaba diciendo en aquella llamada.

─No puedes simplemente irte Seungwan, tienes cuatro hijas y un cachorro.

─Puedes cuidar de ellas

─Ellas quieren verte.

─¿Para qué?, ya tienen una madre alfa ahí.

Gruñendo, Joohyun golpeó la almohada a su lado.

─Son tus hijas, ellas quieren verte a ti, ¡maldición Seungwan!, pensé que habías madurado, pensé que lo habías entendido.

─Es mi vida Joohyun, yo decido qué hacer con ella y ahora necesito ser feliz.

─¿Te das cuenta que estás cometiendo el mismo error? Vas a perderlas, Seungwan, esta vez no te perdonarán, las vas a lastimar aún más.

─No lo entiendes.─ susurró ─Estoy feliz aquí, él me hace feliz.

─No tenías que irte.

─Él no puede quedarse en Corea, él viaja y yo como buen alfa tengo que acompañarlo.

─Antes de alfa eres madre.

El silencio reinó por unos largos minutos, minutos donde Seulgi acariciaba las piernas de la omega, claramente con la intención de calmarle.

─Antes de madre fui alfa.

─Eres...─ cerró los ojos y respiró. No iba a insultarle, ella no era esa clase de omega, él odiaba los insultos ─Luego no vuelvas.─ dijo al fin ─No quiero que vuelvas a pedir disculpas como la última vez, yo no quiero volver a verte y si luego de esto mis cachorros tampoco quieren verte, tú no vendrás, no tienes el derecho, no si eliges a un omega por sobre tus hijas.

─Entiendo.

Y la llamada terminó, dejando a una omega herida siendo consolada por su alfa.

─¿Cómo se los diré?─ susurró, con su rostro encondido en el cuello de la menor ─Ellas no lo soportarán.

Seulgi acarició su cabello y espalda, mirando fijamente la pared delante suyo, tratando de no romper en lagrimas. Ella tenía que ser fuerte, ella necesitaba cuidar y consolar a la omega.

─Estoy aquí.─ susurró ─Lo haremos juntas, ambas se lo diremos y yo estaré con ellas para cuidarlas, no voy a abandonarlos.

Y Joohyun amó mucho más a aquella alfa de bonita sonrisa.

Su alfa.

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