29 | el rey ha caído

3.2K 264 0
                                    

A Tessa la despertó el sonido de la puerta abriéndose, seguida de la voz de Tommy—. Ada, Tessa, despierten.

—¿Qué diablos está pasando? —murmuró Tessa, frotándose los ojos.

—Ustedes dos y el bebé entren al Bull Ring —exigió Tommy—, donde hay mucha gente.

Mientras Ada atendía a Karl, Tessa se paró frente a Tommy, que había comenzado a pasearse ansiosamente—. ¿Qué está pasando?

—Hemos sido traicionados —respondió Tommy sin aliento—. Los hombres de Kimber están en camino.

—Sí, pero puedes manejarlos —dijo Tessa mientras Tommy continuaba caminando alrededor de ella.

—Solo somos nosotros —dijo Tommy—. Todos los Lee están de camino a Worcester. Nos superan en número. ¡MIERDA!

—¿Pero quién más sabía que hoy era el día en que sacabas a Kimber? —preguntó Polly apareciendo por la puerta—. Dijiste que lo mantuviste en secreto. ¿A quién más le dijiste?

—Le dije a Tessa —respondió Tommy.

Polly se había acercado a Tessa, quien sacudió la cabeza y levantó las manos—. Bueno, no fui yo, ¿no?

Los ojos de Tommy se abrieron—. También le dije a...

—Grace —terminó Tessa, apretando los puños—. ¡Sabía que había algo extraño en ella! —golpeó el pecho de Tommy—. Te lo dije, ¿no?

—Yo me encargaré de Grace —dijo Polly—. Si alguno de ustedes la vuelve a ver, podrían matarla.

—Mierda —susurró Tessa mirando a Tommy—. Estamos muy jodidos.

—Tienes que quedarte adentro —ordenó Tommy—, donde es seguro.

—¡Claro que no! —exclamó Tessa—. Necesitarás toda la ayuda que puedas obtener.

—¿Y qué voy a hacer si mueres? —espetó Tommy en voz alta—. ¿Qué voy a hacer? Te necesito a salvo, Tessa. Así que tú y Ada se quedarán adentro.

—Bien —dijo Tessa—. Pero solo si juras no morir —Tommy sonrió, tratando de memorizar los detalles de su rostro—. La estrella no va a ganar esta guerra, Tommy.

Estuvo parada en el Bull Ring durante dos horas, esperando noticias. Ella y Ada estaban paradas una al lado de la otra, golpeando ansiosamente sus pies mientras miraban por la ventana. Después de un rato, Tessa finalmente se impacientó tanto que se volvió hacia Ada, con un plan formándose en su cabeza.

—¿Qué dices si nos divertimos un poco y detenemos esto antes de que termine en derramamiento de sangre? —sugirió Tessa.

Ada sonrió—. Si insistes, Tessa.

—Insisto —dijo Tessa—. Y mi plan es algo que incluso tendrá a Tommy Shelby temblando.

Ada sonrió—. Me gusta como suena eso. ¿Qué tenemos que hacer?



Mientras paseaban por la calle con Karl en su cochecito, Ada y Tessa parecían dos mujeres normales que se dedicaban a sus asuntos cotidianos, salvo por su atuendo negro para aumentar el efecto dramático. El plan de Tessa era bastante simple pero solo si funcionaba como esperaba. Si no, bueno, ella y Ada serían acribilladas a balazos y la lucha seguiría ocurriendo.

Escabullirse de la tienda de apuestas no fue tan difícil como uno podría pensar, porque con tantos hombres ocupados con el plan de Tommy, solo había unos pocos para vigilar a Tessa y Ada. Algunas sonrisas coquetas y la excusa de necesitar el baño y un cambio de pañales les permitió poner en práctica su plan.

VIOLENT DELIGHTS | Thomas Shelby ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora