Capítulo 4: La chica bestia.

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Se podía ver a Tanko junto a T/N siguiendo un camino que los llevaba hacia el camino del sureste, ambos jóvenes estaban siendo molestados por cierto cuervo que llevaba por más de 18 minutos avisándoles de que debían dirigirse hacia allí, cosa que empezaba a molestar a cierto chico de cabellera negra.

Tanko: (agotada) Ya te he oído, Matsuemon.

Matsuemon: (volando) ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste! ¡Ahora debéis ir al sur-sureste!

Tanko: (agotada) Ya te he oido. Puedes callarte.

Matsuemon: ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste!

Tanko: (agotada) Por favor. Para de repetir.

Matsuemon: ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste! ¡Sur-sureste!

El animal se apoyó en el hombro del irritado pelinegro y se miraron por un breve momento, se podía notar la intensidad que había entre ambos seres.

T/N: (irritado) ¿Qué?

Dicho eso, el cuervo empezó a darle picotazos en la cara de forma molesta al medio humano. Tanko se alteró al ver lo que el cuervo le estaba haciendo a su compañero de viaje, la chica se acercó al cuervo e intentó separarlo del pelinegro, cosa que no funcionó.

Tanko: (nerviosa) Deja de molestarlo.

Las súplicas de la muchacha no funcionaron y el cuervo siguió haciendo de la suyas, cosa que no dura mucho, ya que T/N lo agarró del cuello y le miró de mala manera al animal.

T/N: (irritado) Creo que ya sé lo que voy a cenar hoy.

El pobre animal comenzó a graznar de manera nerviosa mientras Tanko intentaba calmar a T/N, quien comenzó a arrancarle alguna que otra pluma. Sin embargo, las acciones de los tres individuos se vieron interrumpidas al oír un ensordecedor grito de una persona. Las tres miraron en dirección hacia el origen de dicho grito y lo primero que vieron fue a un joven muchacho siendo sujetado por una chica de cabello rubio, la cual no paraba de llorar y gimotear.

T/N: (susurrando) Que no sea ella, por favor.

Zenko: (gimoteando) ¡Por favor, por favor! ¡Casate conmigo! Podría morir en cualquier momento. Por eso quiero que nos casemos. ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Eres lo único que tengo!

De la nada, un gorrión comenzó a volar hacia donde se encontraba Tanko y comenzó a piar de forma nerviosa, T/N miraba como la muchacha parecía entender lo que le decía aquella ave.

Tanko: Entiendo. Yo me encargo.

Zenko: (gimoteando) ¡Ayúdame! ¡Casate conmigo! ¡Por fa...!

La muchacha de cabello burdeos agarró a Zenko por el cuello de su traje y le dedicó una mirada molesta a la chica de cabello dorado.

Tanko: (ligeramente molestar) ¿Se puede saber qué haces? ¿No ves que la molestas? ¡Y no le des problemas a tu gorrión!

Zenko: (gimoteando) Ese uniforme... ¡Eres aquella chica de la selección final!

Tanko: (notablemente molesta) ¡No conozco a nadie como tú!

Zenko: (gimoteando) ¡¿Eeeeeeeh?! ¡Nos vimos! ¡Nos vimos allí! El problema es tu memoria.

El pelinegro observaba con mucha curiosidad aquella escena, pues ambas se estaban mirando entre si hasta que la chica de la cicatriz soltó a la otra. Tanko se dirigió hacia el joven al que Zenko se había aferrado y se dispuso a tranquilizarlo.

Tanko: Ya puedes regresar tranquilamente a casa.

Joven: (agachando la cabeza) muchas gracias.

Zenko: (ligeramente molesta) ¡Oye, no te entrometas! ¡Ese chico se casará conmigo! ¡Me ama! ¡Se puede ver la soledad en sus ojos!

Herencia demoníaca. (Lector x Kimetsu No Yaiba)Where stories live. Discover now